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Ley de víctimas requiere de instrumentos necesarios para “encarnarse”: Sicilia

Marcela Turati / Agencia Proceso

Ciudad de México

El presidente Enrique Peña Nieto entregará este miércoles al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabezar el poeta Javier Sicilia, la Ley General de Atención a Víctimas, la cual entrará en vigor en los siguientes 30 días hábiles después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
“Estamos contentos, aunque es triste llegar a esto porque es señal de que las leyes no se cumplieron, tuvimos que inventar una nueva ley para atender a los ciudadanos afectados por la violencia; por otro lado, llega una esperanza para las víctimas en su búsqueda de justicia”, dijo Javier Sicilia.
La polémica ley que impulsaron las víctimas de la violencia desatada por la estrategia de seguridad calderonista, saldrá publicada hoy en el Diario Oficial de la Federación (DOF), ocho meses después de su aprobación unánime en el Congreso de la Unión. En ese lapso, el entonces presidente Felipe Calderón interpuso una controversia constitucional, con lo cual quedó desactivada la nueva ley. Una de las primeras promesas de Peña Nieto fue su publicación.
Por la tarde, las víctimas que integran el Movimiento y los defensores de derechos humanos que las han acompañado, se reunieron en el Centro de Comunicación Social (Cencos) para acordar los discursos que darán durante la ceremonia.
“Es una palabra cumplida que no basta, es decir, si la ley no llega a reglamentarse, sino se llega a construir esta plataforma nacional de víctimas que cuente con recursos suficientes, con personal suficiente y opere a nivel nacional quedará como el tambor. Ese es uno de los pasos que siguen inmediatamente, la ley necesita esos instrumentos para encarnarse”, dijo Sicilia.
En la entrevista, señaló que otro de los pendientes en la agenda del Movimiento es la construcción de un memorial que realmente refleje el rostro de las víctimas, y lograr el viraje en la política de seguridad para que en lugar de cuidar instituciones cuide a los ciudadanos.

Repudian iniciativa priista para acotar derechos humanos

Organizaciones sociales, activistas y académicos denunciaron la intención del presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el priista Francisco Arroyo Vieyra, de echar abajo la esencia de la reforma constitucional en materia de derechos humanos.
En una carta dirigida tanto a Arroyo Vieyra como a legisladores y al propio presidente Enrique Peña Nieto, firmada por más de 200 organizaciones sociales y decenas de académicos y defensores de derechos humanos, se alerta sobre el retroceso que significaría aprobar las modificaciones propuestas por el presidente de la Mesa Directiva al artículo primero constitucional.
El artículo a debate obliga a toda autoridad civil y militar de los tres poderes de la Unión a hacer valer los tratados internacionales en materia de derechos humanos.
Sin embargo, la modificación propuesta por Arroyo Vieyra, a decir de los activistas, “retrocede en el número y la amplitud de protección de derechos humanos reconocidos, ya que con dicha reforma sólo existirán para todos fines prácticos los que estén textualmente en la Constitución”.
En la carta de 12 cuartillas, los defensores advierten que la propuesta en sí es violatoria al artículo primero constitucional vigente, que establece que el Poder Legislativo está obligado, “en el ámbito de sus competencias a proteger, promover, respetar y garantizar los derechos humanos de conformidad con el principio de progresividad”.
También recuerdan que uno de los alcances que tiene el artículo vigente es que “los derechos humanos reconocidos vía tratados, y que ya forman parte del orden jurídico mexicano, adquieren protección y reconocimiento a nivel constitucional”.
Entre las personalidades destacan Mariclaire Acosta, Santiago Corcuera Cabezut, Miguel Carbonell, Claudio X. González, Miguel Sarre, Tatiana Clouthier, Silvano Cantú, José Antoni Guevara, Ernesto Villanueva, Consuelo Morales, Rolando Cordera, Rocío Culebro, Teresa Incháustegui, Enrique González Ruiz y Edgar Cortez.

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