Capturan a perros y gatos callejeros en Caleta y Caletilla para certificarlas

Karla Galarce Sosa

El área de control de enfermedades de los animales transmitibkles al hombre (zoonosis), de la Dirección de Salud en Acapulco, atrapó una decena de perros callejeros que deambulaban cerca de las playas Caleta y Caletilla.
La captura de canes formó parte de las actividades emprendidas por prestadores de servicios turísticos, quien junto con el asesor en la certificación de playas, Guillermo Wulff Kerber, efectuaron ayer por la mañana la limpieza de la franja de arena.
De acuerdo con información difundida por la dirección de Salud, la erradicación de perros y gatos, es parte del programa de limpieza de playas para buscar la certificación oficial, de ahí que los empleados de la mencionada área sanitaria pusieran en marcha una operación permanente de captura de perros y gatos en la zona de Caleta y Caletilla.
En las actividades de limpieza, participaron dependencias de los tres niveles de gobierno, restauranteros y prestadores de servicios turísticos, además de trabajadores de Salud municipal, quienes efectuaron el recorrido para supervisar y capturar perros y gatos de la zona de playas, plazoleta, mercados, negocios y calles.
En un boletín de prensa, se menciona que el titular de Salud municipal, Rafael Piza Bernal, señaló que la medida forma parte de las acciones emprendidas para la certificación de playas y una ciudad limpia que permita mejorar como puerto turístico.
Se anunció que el operativo estará vigente durante la semana, para evitar la proliferación de estos animales sin dueños en la calle, que “ocasionan contaminación ambiental y dan una mala imagen a la actividad turística”.
El jefe del área de zoonosis y control animal, el médico veterinario Óscar Manuel Felipe Ortega Parra, dijo que es necesario que en Acapulco se impulse la cultura de propietarios responsables con sus mascotas debido al gran número de perros y gatos abandonados en la calle.
En la acción se capturaron 10 perros callejeros que fueron enviados al antirrábico de Ciudad Renacimiento.
Ortega Parra explicó que la medida se debe a que las excretas de los animales se pulverizan y pueden ocasionar problemas de contaminación en el agua, suelo y alimentos, lo que deriva en enfermedades parasitarias, bacterianas y virales, además de que pueden provocar infecciones por contacto o cercanía de sarna, hongos, piojos, pulgas, garrapatas, brucelosis, salmonelosis y rabia.