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En Tierra Caliente se extorsiona incluso a curas, alerta obispo

Mariana Labastida

El obispo de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda, dijo que continúan los secuestros y extorsiones de hasta 30 mil pesos a los comerciantes del mercado en esa zona afectando a la población y que los sacerdotes han recibido amenazas.
Consultado antes del comienzo del 13 Encuentro Provincial en Acapulco, el obispo  expuso que en los últimos 15 días se han incrementado las amenazas y extorsiones en Ciudad Altamirano, que la información que ha recibido es que a los comerciantes del mercado les han llegado a cobrar hasta 30 mil pesos, por lo que inició el éxodo de pobladores.
Martínez Miranda expuso que los hechos de violencia en esa zona que es una de las más afectadas por la inseguridad en Guerrero aumentan y disminuye por momentos, sin embargo consideró que falta “un poquito más de trabajo para que vaya acabándose”.
En Tierra Caliente sabe de dos secuestros ocurridos en diciembre, una señora por la que se pagó 100 mil pesos y otra persona que aún sigue plagiada.
Por los niveles de violencia e inseguridad los pobladores que han salido huyendo de las extorsiones regresan, sin embargo “al ver que está pesado el ambiente se vuelven a ir”. Esa es la situación de los comerciantes principalmente del mercado de ciudad Altamirano a quienes desde hace 15 días comenzaron a exigirles el pago de cuotas que llegan a los 30 mil pesos.
“Ciertamente mucha gente se va empobreciendo mucho porque los que tienen una fuente de trabajo tienen que dejarla y salirse del lugar porque les están cobrando bastante”, expuso el obispo, quien consideró que como parte de las estrategia de las autoridades para disminuir los índices de violencia deben crearse más fuentes de trabajo, “luchar porque todos estén ocupados, ya sea estudiando o trabajando y dar un poquito más de seguridad”
En los últimos dos meses han querido extorsionar a cinco sacerdotes en la región, los cuales al escuchar la amenaza de que les den dinero o de lo contrario tendrán problemas cuelgan el teléfono indicó Martínez Miranda.
Entre las estrategias que los sacerdotes han implementado ante las amenazas es no hacer mucho caso, “de ordinario no saben ni bien el nombre del sacerdote y eso hace sentir que no están bien informados, sino que son personas que solo buscan extorsionar para ver si cae más dinero”.
Agregó que también se ha pedido a los sacerdotes que traigan en sus carros un letrero de la parroquia a la que pertenecen, no andar a altas horas de la noche en la calle y regresar pronto a casa.

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