Carecen de agua 120 colonias de la capital porque no cuentan con tuberías: Capach

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El director de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), Luis Enrique Carbajal Neri, informó que se construyen dos plantas tratadoras de aguas residuales en Amojileca y Mochitlán por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Entrevistado en el zócalo capitalino, el directivo explicó que se están construyendo dos plantas tratadoras, aunque son de pequeña capacidad a comparación de la que está en función en Petaquillas que es de 250 litros por segundo.
Comentó que plantas tratadoras tratan el agua con 25 litros por segundo y es un proyecto elaborado y construido con recursos de Conagua.
Respecto a las declaraciones del presidente municipal Mario Moreno Arcos, que dijo que la próxima semana se reunirán con el director de Conagua, David Korenfeld Federman, explicó que se firmará el convenio para el proyecto de mejoramiento de la distribución de agua potable para la capital, el cual contará con una inversión de 450 millones de pesos, proyecto que iniciará a finales de febrero.
Según el encargado de la Capach se cuenta con una red de distribución en 480 colonias de la ciudad de un total de 600 y aseguró que las restantes no cuentan con la tuberías porque se encuentran en las partes altas de la ciudad.
Uno de los proyectos echados andar durante los últimos meses del presidente interino Tulio Pérez Calvo fue la creación de la presa Cerrito Rico, la cual contó con una inversión de dos millones de pesos pero se encuentra sin funcionar.
Carbajal Neri aseguró que dicho proyecto será retomado por la administración municipal para lograr abastecer a 10 colonias de la ciudad, principalmente las que se encuentran más cerca de la presa.
El directivo dijo que estos dos millones invertidos no fueron mal empleados pero dio a conocer que uno de los Cloradores que funcionan en la presa para limpiar el agua fue hurtado, el cual tiene un costo de 100 mil pesos.
La presa recoge agua que viene de las barrancas de Amojileca pero no es agua limpia y se necesita un proceso de limpieza para que llegue a las casas.
Declaró que los dos millones se emplearon en las compuertas de la presa, en la construcción de galerías filtrantes, líneas de suministro y cajas de válvulas. Explicó que la presa no cuenta con agua y por falta de clorador limitan su uso.
Carbajal Neri no descartó la posibilidad de usar la presa para el suministro de agua pero se trataría de captar el agua desde el arroyo de Amojileca para que no cuente con insecticida que emplean en las siembras que están alrededor.
Comentó que cuentan con uno de los cloradores y para que funcione la presa se deben de utilizar los dos pero la presa no cuenta con seguridad para colocar el clorador.
Dijo que el primer clorador fue hurtado de la misma presa cuando se colocó y debido a que se encuentra sola, nadie podía prevenir el robo.