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Rinden homenaje póstumo al sindicalista de la UAG Efraín Bermúdez Rivera

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En el homenaje póstumo al sindicalista Efraín Bermúdez Rivera en Rectoría, el también líder universitario de izquierda, Rafael Trejo Moreno demandó la creación del instituto de estudios de la historia de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) para que la peculiar historia de esta institución llegue a las nuevas generaciones.
Mientras el luchador social, Pablo Sandoval Cruz, rememoró los años en que la UAG andaba por el camino correcto, junto al pueblo, y estimó que el rumbo comenzó a desviarse en 1965, cuando el primer rector priista de cuello blanco, de hablar bonito, los traicionó, en referencia de Virgilio Gómez Moharro.
También destacó la integridad de Efraín Bermúdez -quien falleció hace mes y medio-, en los momentos de crisis de la campaña y el rectorado de Arquímides Morales, cuando fueron calumniados, maltratados y castigados con el retiro del subsidio oficial. Como resultado de esa lucha, señaló que recibieron el apoyo solidario de universidades públicas y diferentes sindicatos del país.
En el acto tuvo una participación el Comité Eureka, a través de la activista Celia Piedra, quien dio lectura a un mensaje la presidenta Rosario Ibarra de Piedra, para reconocer que Efraín Bermúdez fue uno de los primeros en acercarse a su lucha por la libertad de los presos y desaparecidos políticos.
En el auditorio de Rectoría lleno, acompañados de música y poesía, Trejo Moreno recordó que luego del secuestro el rector Jaime Castrejón Diez en 1972, éste renunció y el PRI promovió dos proyectos de candidatos priistas, pero en esa coyuntura se hizo presente la tradición democrática de la UAG.
Indicó que regresaron universitarios expulsados y entre ellos, Rosalío Wences Reza, que apoyado por fuerzas universitarias y del partido comunista, participó en una de las elecciones más complicadas y violentas de la UAG, donde los universitarios se impusieron y el PRI no cabía en su furia.
En las siguientes elecciones de 1975, se postuló como candidato a Arquímides Morales Carranza, que ganó con una amplísima mayoría, y terminado el proceso hubo un secuestro colectivo de universitarios, para evitar la ratificación en el Consejo Universitario, entre ellos el que narró la historia, y que fueron liberados 27 días después.
Aunque dijo que seguramente coincidieron en actividades de las juventudes comunistas, conoció al Bermúdez cuándo le pidió datos del secuestro, pero él no estaba dispuesto a hablar con nadie que no fuera del partido socialista, y él le respondió “yo soy del partido”.
Indicó que ahí comenzó su historia de lucha, en un ambiente violento, casi en un estado de sitio, por un gobierno violento dispuesto a tomar revancha por el proceso de la UAG. Destacó que fue el sindicalista fue protagonista en la creación de la primera Ley de Amnistía en el país para los perseguidos en Guerrero, “ahí estaba Efraín, al frente de las negociaciones”.
Opinó que con él, se está terminando una serie de líderes muy especial, y por eso se debería de crear un instituto de estudios de la historia de la UAG, así como en el que tiene la UNAM. Más tarde, el rector, adoptó la propuesta y adelantó que la promoverá en la próxima sesión del CU.
Luego, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG) Cuauhtémoc Girón Serna, anunció la institución de la medalla al mérito académico y sindical que llevará el nombre de Efraín, y que de manera formal se aprobará en el siguiente Consejo General de Huelga, y que será entregado cada 15 de mayo, para honrar la academia y el sindicalismo.

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