Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Impiden a la Codehum entrevistarse con los detenidos de Ayutla y Teacoanapa

Zacarías Cervantes

 

Ayutla

 

Habitantes del pueblo en donde se encuentran los detenidos por el movimiento contra la delincuencia organizada en Ayutla y Tecoanapa, impidieron ayer que el presidente de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), Juan Alarcón Hernández se entrevistara con los presos.

El ombusdman, acompañado por el visitador general del organismo, Hipólito Lugo Cortés, y un grupo de abogados sólo alcanzó a llegar al retén más cercano al pueblo donde se encuentran los 44 detenidos, acusados de cometer ejecuciones, levantones, extorsiones y amenazas a los habitantes de la región.

En la desviación que se encuentra hacia la comunidad El Zapote, ubicado a unos 20 minutos de Ayutla, sobre la carretera Ayutla-Cruz Grande, trabajadores de la Codehum y un grupo de periodistas fueron contenidos por hombres armados y encapuchados, quienes impidieron el paso, a pesar de que adelante del convoy iban dos coches con dirigentes del movimiento y dos grupos armados de civiles.

Los dirigentes del movimiento, entre ellos quien a partir de ayer se presentó ante los medios de comunicación y en una asamblea popular en el zócalo de Ayutla como el Comandante Guerrero, intentaron dialogar con el grupo armado que se encontraba en el retén para permitir el paso, sin embargo luego de algunos minutos se dijo al presidente de la Codehum que el pueblo de la comunidad cercana, en donde se encuentran los detenidos, no aceptaron que se entrevistara con los presos.

Unos 10 minutos después, cuando los reporteros entrevistaban al presidente de la Comisión de Derechos Humanos, llegaron al lugar unos 30 ciudadanos, la mayoría mujeres, entre quienes había varias niñas, quienes a gritos reclamaron a los periodistas que pretendieran ver a los delincuentes “que nos han venido robando a nosotros, si tenemos una vaquita tenemos que pagarles una cuota, por eso nosotros decidimos poner un alto y vamos a defender a nuestros pueblos”, expresó una mujer que agitaba su puño en alto ante los reporteros que extendían grabadores y micrófonos.

Atrás y a su alrededor había hombres encapuchados y armados tanto de los que se encontraban en el retén, como de los que encabezaban en los dos coches la caravana de los funcionarios y trabajadores de la Codehum y de periodistas.

A unos cinco kilómetros adelante del retén en el que se impidió el paso a los trabajadores de la Codehum y a los periodistas, se encuentra el pueblo en donde están los detenidos por el movimiento de los ciudadanos levantados en armas en contra  de la delincuencia organizada desde el 6 de enero, primero en Ayutla y luego en Tecoanapa.

Los presos en los retenes y en los operativos de los civiles armados se encuentran en condiciones que aún no se ha podido establecer debido a que hasta ahora solamente algunos de los familiares han podido verlos, incluso han asegurado que algunos de ellos tienen huellas de torturas. Por ello, durante la visita del gobernador Ángel Aguirre Rivero a esta cabecera municipal el lunes le pidieron que intercediera para que se les aplicara un juicio justo.

Mientras tanto en la reunión del jueves en Acapulco del secretario de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, y la dirigencia de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, se acordó que ayer los detenidos fueran visitados y declarados por trabajadores de la Codehum, que serían encabezados por el presidente Alarcón Hernández.

Sin embargo, los dirigentes del movimiento en este municipio, de última hora, informaron al presidente del organismo que fueron los habitantes del pueblo y los familiares de las víctimas los que se negaron a que se reuniera con ellos.

Ante la negativa, primero del grupo armado que se mantenía en el retén, y posteriormente la presencia de los habitantes del pueblo que se amotinaron frente a los civiles armados que encararon a los periodistas que insistían en ver a los detenidos, los trabajadores de la Codehum optaron por retirarse, más tarde lo hicieron los periodistas.

“Tenemos el derecho de defender a nuestros pueblos y nos vamos a unir todos los pueblos porque la verdad tengo a mis nietos y todas nuestras compañeras tenemos hijos y queremos la paz”, gritó otra de las mujeres que llegaron al retén para impedir el paso.

Otra más dijo que “no queremos que los defiendan porque son gente que nos están exprimiendo, sobre la pobreza nos están exprimiendo, que porque tenemos una vaquita quieren que les estemos cooperando, y a todos los camioneteros (transportistas) también les están pidiendo cooperación, toda la gente ya estamos siendo víctimas de la delincuencia”, denunció.

-¿Cuan es el argumento para no dejar ver a los presos?, cuestionó un periodista de un medio nacional.

-No, son los pueblos, respondió una mujer y de inmediato se escuchó al resto “no, no, no…Nadie, fuera, fuera delincuencia”.

Un mujer joven, igual que las demás, sin argumentar por qué no permitían el paso, solamente argumentó que “hay muchos jóvenes a los que los han matado y no hacen justicia los que están allá, los soldados y todos los que deben hacer justicia, por eso les pedimos a todos ustedes que lleven todo esto, que no quede borrado”, expuso, cuando atrás se escuchaba un coro de protestas no entendibles porque todas gritaban al mismo tiempo.

468 ad