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Limitada, la visita de la Codehum a 35 detenidos en Ayutla por la autodefensa, dice Juan Alarcón

Rosendo Betancourt Radilla

Ayutla

El presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), Juan Alarcón Hernández, informó que visitó a 35 detenidos por el movimiento armado de autodefensa contra el crimen organizado de Ayutla, de los cuales cuatro son mujeres y afirmó que todos son mayores de edad.
Calificó su visita a los detenidos por la población civil, que se armó el 5 de enero debido a una ola de secuestros, asesinatos, violaciones y extorsiones, como “muy limitada” porque sólo le permitieron entrar al lugar para ver a los presos, pero no pudo hablar con ellos ni realizarles una inspección médica con la comisión de ocho personas con quienes acudió. Le permitieron ver a los presos sólo 5 minutos.
El presidente de la Codehum fue invitado por el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en esa zona, Gonzálo Torres, a la comunidad de El Mesón del municipio de Ayutla, a donde acudieron también varios reporteros, a invitación del mismo dirigente.
Al llegar al lugar, la población informó que por acuerdo no podría estar nadie que trajera cámaras de video o fotografía, y la mayoría de los reporteros se retiraron y el ombudsman se entrevistó con los habitantes.
Más tarde, en Ayutla dijo que su visita fue limitada y en esas condiciones, expresó “aparentemente están bien, pero no fueron revisados por nuestro médico, porque me dijeron que cuando un familiar quiere visitarlos le dan permiso y cada quien puede traer a su médico particular”.
“A nosotros sólo nos permitieron entrar a verlos y ver cómo está el lugar (que) no es una cárcel, es un lugar de unos 60 metros cuadrados, al parecer es una sala de juntas de la comisaría y tiene un cuarto como barandilla, en donde hay nueve personas”.
Estos nueve recluidos son los de la comunidad de Azozuca, los otros 26 que vio están en la comunidad de El Mesón, del municipio de Ayutla, con lo que precisó que estuvo en contacto con 35.
El movimiento ciudadano de autodefensa ha mencionado que tiene 44 detenidos y se le preguntó si vio a ese número de personas, y contestó “no, y del resto sé que están en Atocutla, pero ya no hubo condiciones para ir a verlos”.
La falta de condiciones, dijo, fue porque “la gente estaba muy enojada, por nuestra visita, dicen que venimos a defender delincuentes, pero yo les expliqué que la Codehum no defiende delincuentes, nuestro punto de partida es defender la vida, defender los derechos de las personas, el trato justo”.
Ante la pregunta, opinó que el movimiento está “muy fuerte, muy organizado y no se puede negar que han atacado con eficacia a la delincuencia”.
Respecto de que quienes detuvieron y los detenidos son civiles, y por tanto el organismo que encabeza no tiene por qué tomar parte, se le preguntó qué alcances tiene la Codehum y cuál es su papel, y contestó que fue al lugar para observar “las omisiones de las autoridades”.
Y continuó, “pero como el gobierno del estado está actuando, no vería yo omisiones, lo que pasa es que hay dificultades. Lo más fácil para un gobierno sería meter a las fuerzas públicas, pero aquí no es conveniente”, luego explicó que, legalmente, los presos son considerados “privados de su libertad”.

La militarización, un riesgo, advierte

Entrevistado en Ayutla, el ombudsman guerrerense, Juan Alarcón Hernández dijo que es “bienvenida” la militarización de los territorios, pero acotó que “siempre y cuando vayan en contra de la delincuencia. Siempre y cuándo se respeten los derechos humanos”.
Lo anterior, debido a que ayer el Ejército tomó el control de los retenes que habían puesto los ciudadanos armados.
–¿Hay riesgos en la militarización?– se le preguntó.
–Ese es siempre un riesgo, pero esperamos que sea con la intención de la persecución a la delincuencia, eso sería lo más noble.
En el contexto de que en Ayutla el Ejército violó a las indígenas Valentina Rosendo Cantú e Inés Fernández Ortega y por ese hecho el Estado mexicano ofreció disculpas públicas a las agredidas, se le preguntó si la militarización sin golpear a la población civil sería un caso extraordinario, contestó:
“Exacto, eso sí, porque a veces la población se ve a dos fuegos, por un lado las fuerzas públicas y por el otro la delincuencia organizada, hasta que viene una reacción como ésta”, advirtió.
Luego dio cuenta de que en 20 años al frente de la Codehum jamás vio una situación de autodefensa “de la voz del pueblo” como la que ahora se vive en Guerrero.

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