Atlas le quita el invicto al América; gana 2-1

Staff / Agencia Reforma

Guadalajara

Lo único que no le embargaron al Atlas fue el espíritu. Aunque parecía la víctima pese a jugar en el Estadio Jalisco, los Rojinegros derrotaron 2-1 al América, sí, al equipo que llegó como líder, con triunfo en sus 3 partidos, como el mejor ataque y defensa, y que además tuvo ayer fallas para Ripley, como los 3 balones al poste.
Los tapatíos dejaron la piel en su batalla por no descender y, también con mucha fortuna, superaron al Querétaro en la Tabla de Cocientes, con 2 unidades más, y el Puebla ya sólo les saca 8 puntos.
Después de que el viernes el SAT le embargara las oficinas de futbol al Atlas por adeudos, el cuadro dirigido por Tomás Boy demostró fortaleza mental y mandó a las Águilas al tercer lugar de la clasificación.
Los Zorros se repusieron a todo, hasta al gol de Diego Reyes, quien con un cabezazo aventajó a los visitantes al 43’ tras anticiparse a su marcador Sergio Ponce.
Esa acción se derivó de la falta de Omar Bravo sobre Rubens Sambueza; en el complemento, el delantero del Atlas lavó su error con creces.
Apenas en la primera jugada del segundo tiempo, al 46’, el chileno Rodrigo Millar mandó un zurdazo que fue ligeramente desviado por Reyes, lo suficiente para que el esférico tocara el poste izquierdo y se fuera directo a la red. Desde entonces, la suerte le dio la espalda a las Águilas.
Luego vino el concierto de fallas del América, de salvadas rojinegras. Christian Benítez voló el esférico en un mano a mano y estrelló el balón en el poste en un cabezazo.
En otra jugada, “Chucho” falló ante Miguel Pinto, pero el rebote le quedó a Osvaldo Martínez, el cual ahogó el grito de gol ante la intervención de Guillermo Martín, sustituto de Ponce, y el cual despejó el balón antes de que entrara al marco.
Y fue ahí cuando Bravo tomó un rol protagónico al cubrir el balón en el área y ser fauleado por Aquivaldo Mosquera, quien en la primera jornada también cometió un penal. El propio delantero anotó con un fuerte disparo al centro, aunque Moisés Muñoz alcanzó a tocar el esférico.
América reaccionó, pero en otra llegada Narciso Mina mandó el balón al poste luego de que al portero Pinto se le escurriera el balón de las manos, y casi al final del partido fue Rubens Sambueza el que puso el esférico otra vez en el palo tras un rechace del guardameta.