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Hombres armados amedrentan en Bajos del Ejido a quienes se oponen a una cementera: Robin Sidney

Karla Galarce Sosa

La ambientalista Robin Sidney denunció que gente armada, amedrentó a los habitantes del poblado de Bajos del Ejido, quienes se opusieron a la instalación de una planta cementera para dotar de concreto las obras del Acabús.
En una llamada a la Redacción de El Sur, lamentó que las amenazas por “gente desconocida y la omisión de las autoridades”, desencadenen los levantamientos armados de autodefensa, pues aseguró que la oposición de los habitantes a la construcción de la cementera es válida porque ya se habían quejado por la emisión de polvos que les provocaron severas enfermedades respiratorias.
“En el poblado Bajos del Ejido, sus habitantes se opusieron a la construcción de una cementera para las obras del Acabús. Luego de que denunciaron, lograron que la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) clausurara ese lugar”, explicó la ambientalista.
Ahora, continuó, lo que pasó es que los habitantes fueron amedrentados y sospechan del dueño del terreno donde se clausuró esa cementera, porque dejará de recibir el pago de la renta por el uso del terreno, que son 30 mil pesos mensuales.
“El dueño donde se estableció el centro de distribución dejó de recibir el pago por la renta del lugar. Y un grupo de hombres llegaron a amedrentar a los ciudadanos que mostraron su franca oposición a esa fábrica. Ellos vinieron a verme y me explicaron que quienes los amenazaron se dijeron originarios del DF, pero uno de los líderes identificó a uno de ellos y aseguró que es de Coyuca”, expuso la también defensora de la isla de la Roqueta.
“Ellos, continuó, intuyen que el dueño del lugar mandó amenazarlos para no perder su negocio de la renta”, señaló.
Lamentó que “ese tipo de acciones y la omisión de las autoridades provocan los levantamientos armados, porque si queremos que los lugareños participen en sus comunidades, así como lo hace la gente de Bajos del Ejido, pero no van a participar si siguen éste tipo de amenazas contra ellos, el gobierno tiene que apoyarlos”.
Comentó que la lucha de los ambientalistas es que los habitantes de los sistemas costeros, “la gente que allí vive participe en la protección y a la conservación, que están activos, porque no tuvieron miedo a salir a protestar contra esta cementera”.

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