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La falta de claridad de Peña Nieto favorece el repunte de la delincuencia, asegura enviado del PAN

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El secretario nacional de Formación y Capacitación del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Gerardo Aranda Orozco, afirmó que la autodefensa de los ciudadanos en Guerrero es consecuencia del silencio de la federación, que no ha hecho pública y concreta su estrategia de seguridad, lo que hace pensar a los delincuentes que tienen el control de los municipios y comunidades.
El representante panista fue entrevistado ayer después de reunirse con el dirigente estatal del PAN, Andrés Bahena Montero, e integrantes del Consejo Estatal, y afirmó también que en Guerrero hay muchos grupos políticos que son por naturaleza retardatarios, “en su ADN le tiran al retroceso, a mantener bajo condiciones de pobreza y rezago”.
Consideró que el caciquismo en Guerrero es el responsable de todos los problemas en la entidad.
Comentó que  en la reunión abordaron el tema de la autodefensa en comunidades y municipios de las regiones Montaña, Costa Chica, Norte y Centro, y afirmó que el PAN va a respaldar de fondo a las policías comunitarias porque sus resultados en materia de seguridad son “sobresalientes”.
Dijo que el partido asumirá la responsabilidad y respaldará la creación de policías ciudadanas ante la “complicidad e ineficiencia de las autoridades, además de que ya se están convirtiendo en ejércitos paralelos o van para allá”.
Consideró que por eso se debe legalizar a la policía ciudadana, para evitar que se conviertan en “grupos que después no se puedan controlar”.
Gerardo Aranda afirmó que a partir del silencio del gobierno federal, que no ha planteado una estrategia de seguridad a implementar “ya”, la delincuencia organizada en Guerrero “está leyendo que ya no se les va a perseguir y están abusando”.
Reconoció que en el sexenio pasado las comunidades ya se habían acostumbrado a cierto nivel de delincuencia, pero con el nuevo gobierno federal priista de Enrique Peña Nieto “esto ya está subiendo de tono, y la comunidad está reaccionando”.
Dijo que el propio Estado está orillando a la ciudadanía a cometer delitos en su autodefensa, “el hacer justicia por su propia mano y el linchar es un retroceso en el Estado de derecho brutal”.
Negó estar en contra de los movimientos de autodefensa, pero sí de los efectos, como las violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos organizados en contra de los delincuentes, “estoy en contra de la causa, estamos fallando en brindar la seguridad a los ciudadanos, no estamos en contra de la reacción de la gente”, insistió.
Dijo que los integrantes de los grupos delincuenciales leen en el silencio del nuevo gobierno federal “impunidad y que no se les va a perseguir”.
Por eso llamó al gobierno federal a que mande una señal muy clara a los delincuentes, para que esa percepción desaparezca, y dejarles saber que “el crimen organizado seguirá siendo perseguido y abatido en cualquiera de sus expresiones”.
Dijo que es “coincidente” el crecimiento de la actividad ilícita a la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, “tras el anuncio de que habrá una nueva manera de tratarlo, sin decir claramente cómo será”.
Dijo que la legalización de la Policía Comunitaria servirá también para que se deje de encasillar a Guerrero como el principal productor de mariguana y otros ilícitos como la extorsión, secuestro, violación, derecho de piso.
Consideró que esos ilícitos son por los que los ciudadanos se están armando.
Finalmente definió al la organización ciudadana y las conformación de las policías comunitarias “como el fracaso del Estado en la impartición de justicia y que lleva al ciudadano a intentar mecanismos de defensa propia, porque sus autoridades no les brindan ese respeto”.

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