Tras el escándalo por los tacos de huevo, regresa a su cargo el alcalde de Chilapa

Luis Daniel Nava

Chilapa

Después de su efímera rebeldía contra la dirigencia estatal del PRI y Héctor Vicario, y tras el escándalo por la intoxicación de 709 personas que lo acompañaron a la capital a  solicitar su registro como precandidato a diputado federal, Sergio Dolores Flores regresó ayer a la alcaldía de Chilapa.
El lunes pasado Sergio Dolores canceló una conferencia de prensa programada en la capital a las 11 de la mañana, donde anunciaría que impugnaría el rechazo de la Comisión Nacional de Procesos Internos a su registro como precandidato a diputado federal del distrito sexto, con cabecera en este municipio.
Según fuentes priístas, el Comité Ejecutivo Nacional le pidió que dejara de hacer ruido y que abonara a la unidad, con la promesa de que le darían una candidatura a diputado local.
La única posibilidad sería la candidatura a diputado del 25 distrito con cabecera en esta municipio, posición que ya ostentó de 2005 al 2008, antes de ser alcalde.
El martes, Dolores Flores envió un oficio para informar al cabildo que se reincorporaría a sus funciones de alcalde.
Para el miércoles, en el término ordinario de sesiones del Congreso local, a Sergio Dolores se le otorgó el permiso de regresar a sus funciones de presidente municipal.
El mismo miércoles la dirección de Comunicación Social boletinó la inauguración de una obra de pavimentación de Sergio Dolores en una comunidad rodeado de seis personas y una banda de chile frito.
En tanto, en la cuenta personal de Héctor Vicario en Facebook, quien fue designado precandidato único a diputado federal por el sexto distrito, publicó una foto con delegados priístas de Chilapa, entre ellos el diputado local Francisco Javier García González, quien según los intoxicados del martes 7 fue el encargado de dar los tacos de arroz con huevo que contenían la bacteria estafilococo y que provocaron una emergencia médica.