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Tropas de Al Assad en Siria ignoran a la ONU y asesinan a 56 personas

DPA

Damasco / Estambul

Indiferentes a la condena al régimen por parte de la Asamblea General de la ONU, las tropas sirias prosiguieron ayer su ataque contra los bastiones de protestas y, según los activistas, mataron a 56 personas en diversos lugares del país.
Según informaron los Comités de Coordinación Local, 12 desertores murieron en un punto de control en la provincia de Daraa, en el sur de Siria y las tropas de Al Assad continuaron además atacando Homs, donde murieron otras 12 personas.
En la provincia de Deir as Sour se han registrado combates entre el Ejército y dos grupos de desertores.
Tras el tradicional rezo de los viernes, los opositores al régimen volvieron a manifestarse en varias ciudadades del país. El lema era en esta ocasión “resistencia del pueblo”, lo que da la idea de que el movimiento de protesta, en vista de la falta de apoyo por parte de la comunidad internacional, pretende oponerse con mayor fuerza a las tropas del régimen.
La Asamblea General de la ONU condenó el jueves la violencia continua por parte del régimen desde marzo de 2011. No se trata más que de un acto simbólico, pues las medidas de presión sólo pueden ser adoptadas por el Consejo de Seguridad, donde hasta la fecha China y Rusia han ejercido su derecho a veto en este asunto.
Aún así, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, saludó este viernes en Washington la resolución de la Asamblea General, que “muestra un tremendo consenso internacional sobre la necesidad de que cesen los ataques sangrientos”.
También los líderes políticos de Francia y Reino Unido, Nicolas Sarkozy y David Cameron, condenaron el ataque a la población siria, aunque descartaron una intervención militar. Según apuntaron ambos, reunidos en París, la situación en Siria es diferente a la que se dio en Libia, donde la comunidad internacional intervino para apoyar a los insurgentes.
Según Cameron, cuando Occidente intervino en Libia lo hizo con la autorización de Naciones Unidas y tras una llamada a la acción por parte de la Liga Árabe. Además, agregó, en Libia había “una clara oposición que trabajaba a favor de todo el país”.
A Damasco llegó hoy el viceministro de Exteriores chino, Zhai Jun, con la intención de ejercer de medidador. “Llamamos al gobierno sirio a tomar en consideración las legítimas aspiraciones de reforma y desarrollo del pueblo y apelamos a todas las facciones políticas a manifestar sus objetivos sin violencia y de forma moderada”, apuntó Zhai al diario “China Daily” antes de partir hacia Siria.
Según el viceministro chino, el conflicto debe solucionarse en el seno de la Liga Árabe. China está en contra de sancionar a Damasco y el jueves vetó la resolución sobre el país en la Asamblea General de la ONU.
Por otro lado, el periodista estadunidense Anthony Sahid, de 43 años y varias veces premiado por su información sobre Cercano Oriente, murió en Siria, donde preparaba un reportaje para el The New York Times, diario para el que trabajaba desde 2009.
Al parecer Shaid se encontraba viajando de regreso a Turquía cuando sufrió un ataque de asma. El fotógrafo Tyler Hicks, que le acompañaba, llevó el cadáver de su colega hasta la frontera con Turquía. Shahid y Hicks entraron sin premiso del gobierno de Damasco en el país y viajaron desde Turquía, para informar de las actividades de los desertores. En ocasiones viajaban a pie, a veces a caballo por las montañas fronterizas.
Shahid, un estadunidense de raíces libanesas, estaba considerado uno de los mejores periodistas especializados en Cercano Oriente en lengua inglesa. Por sus informaciones sobre Irak tras la invasión de Estados Unidos fue distinguido en dos ocasiones con el premio Pulitzer.
El año pasado, él y tres de sus colegas cayeron en manos de la tropas leales a Muammar al Gadafi en Libia y tras varios días capturados y sufriendo maltrato fueron liberados.

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