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La Procuraduría ya localizó a los asesinos de Juventina Villa, les dice la fiscal a las hijas

Daniel Velázquez

 

La procuradora de justicia del estado, Martha Elva Garzón Bernal, le dijo a las hijas de Juventina Villa Mojica y Rubén Santana Alonso, Marta y Leticia Santana Villa, que en semana y media entregará al juzgado el expediente de la averiguación sobre el asesinato de su madre para que se liberen las órdenes de arresto contra los presuntos responsables.

El 28 de noviembre, mientras buscaban un lugar con señal para teléfono celular, la líder de los desplazados de La Laguna, municipio Coyuca de Catalán, Juventina Villa Mojica y su hijo de 17 años, Reynaldo Santana Villa, fueron asesinados por hombres armados que los interceptaron en un camino de la sierra, a pesar de que contaban con resguardo de la Policía del Estado.

En declaraciones por teléfono, Marta Santana informó que a mediados de enero la procuradora le dijo que en dos semanas entregaría el expediente para que liberara las órdenes de aprehensión contra los presuntos responsables.

Ayer se comunicó vía telefónica con la procuradora, quien le dijo que estaba en los “últimos detalles” para enviar el expediente al juzgado para liberar las órdenes de aprehensión, por lo que habrá de esperar que transcurra el tiempo y que la procuradora le informe sobre las investigaciones en los asesinatos de su madre y de su hermano.

Ayer en conferencia de prensa, las hijas de Juventina Villa Mojica y Rubén Santana Alonso pidieron a los líderes Bertoldo Martínez Cruz del Comité Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) y al secretario técnico de la Red Guerrerense de Defensa de Derechos Humanos (Redgro), Manuel Olivares Hernández que no se metan en el caso del asesinato de su mamá porque son ellas quienes llevarán el caso con su abogado.

Por teléfono, Marta Santana contó que a mediados de enero salieron de Puerto Las Ollas, municipio de Coyuca de Catalán, a donde se fueron a refugiar debido a la violencia que el crimen organizado desató en su comunidad de La Laguna.

En ese momento las hijas de la dirigente asesinada fueron a declarar a la Procuraduría sobre el asesinato de su mamá Juventina Villa y una semana después Bertoldo Martínez y Manuel Olivares fueron a la comunidad a decir que ellas nunca serían atendidas por las autoridades gubernamentales y que mejor confiaran en ellos porque conseguirían que el gobierno del estado les diera 5 millones de pesos.

Recordó que a mediados de diciembre, Bertoldo Martínez fue a la comunidad a ofrecerles “5 millones de pesos para que lo nombráramos como nuestro representante de los desplazados de La Laguna”.

Marta Santana contó que allá en la sierra hicieron “firmar un papel” a su hermana Leticia Santana en la que deslindaba al abogado José Luis Pérez Yañez y eso provocó que se detuviera la investigación.

En el documento también se deslindaba a Marta y esa decisión fue porque, según con la hija de Juventina Villa, los líderes querían que acusara a los policías de ser los responsables del asesinato de su mamá y les pidieron que no declararan, pero como lo hicieron, eso les molestó y fue cuando se dio el deslinde.

“Ellos estaban aferrados en que los policías habían matado a mi mamá”, dijo.

Abundó que se siente ofendida porque Manuel Olivares y Bertoldo Martínez declararon que ella había vendido la muerte de su mamá Juventina Villa al gobierno, porque les dio “un apoyo” y eso fue lo que molestó a los líderes “y dijeron eso para ofenderme, seguramente ellos querían sacar algo de eso”.

“No sé por qué siguen, qué interés tengan en esto, si es por sacar dinero a costa del dolor de uno o qué es lo que buscan. Yo no quiero que sigan metiéndose más, se los voy a decir claro y quiero que así salga en el periódico: que dejen de chingar conmigo, con mi familia, que ya estoy cansada, ellos nos deslindaron hace un mes entonces porque están queriendo sacar provecho de uno”.

En la conferencia en Acapulco, en un lugar que pidieron no fuera especificado, las dos mujeres se deslindaron de los líderes defensores de derechos humanos, “lo que queremos es que Bertoldo y Manuel Olivares nos dejen en paz, ya no los queremos cerca de la familia de nosotros, que ya nos dejen en paz, ya no queremos que él siga interviniendo entre nosotros, le pido de favor que ya no nos siga presionando, ni a mí ni a mis hermanos”, dijo Leticia Santana.

Agregó que las presiones son porque “quieren ellos llevar el caso de mi mamá, y gracias a ellos no se ha hecho justicia por la muerte de mi papá ni de mis hermanos y ya no quiero que pase lo mismo con la muerte de mi mamá ni de mi hermanito, porque en realidad ellos no han hecho nada por lo que nos ha estado pasando, la muerte de mi padre y de mi hermano se está quedando sin justicia todo porque lo dejamos en manos de ellos y ellos no han hecho nada porque se haga justicia”.

En la conferencia Marta Santana leyó un documento en el que señaló que lo que piden es justicia, no dinero al gobierno del estado.

Reprochó que ambos líderes ofrecieron ayudarles para que se hiciera justicia en el caso de su papá, quien también fue asesinado “y nunca llegó esa justicia”.

“No buscamos beneficios ni comisiones como él fue a ofrecer, y le pedimos de favor que deje de lucrar y enriquecerse con el dolor ajeno, exigimos a la Procuraduría que cumpla con su trabajo, ya que nosotros le proporcionamos todos los elementos necesarios para la identificación de nuestro agresores y corresponde a la Procuraduría su localización y captura de los responsables que han dado muerte a nuestro seres queridos”, dijo Marta Santana.

Dijo que la molestia de Bertoldo Martínez y de Manuel Olivares con ella es porque cuando declararon en la Procuraduría quiénes fueron los asesinos de su mamá y su hermano se negaron a declarar que fueron los policías del estado que estaban asignados a su seguridad, “esa fue la molestia de él, nos llamó la atención como tres veces, yo no me sentía la verdad a gusto decir (que) los policías fueron, ellos lo que querían es echar la culpa y que los policías estuvieran en la cárcel y que los culpables no pagaran”.

Dijo que no sabe por qué insistían en que se culpara a los policías “yo no sé, tal vez ganen dinero porque así seguirían peleando el caso, porque ellos saben bien que los policías no fueron”.

Agregó que el gobierno del estado ha cumplido con los ofrecimientos que ha hecho y que en caso de que no lo haga sería ella quien denunciará mediante los periódicos el incumplimiento.

También le pidió a su prima Leonor Ochoa Segura que se aleje de Manuel Olivares y de Bertoldo Martínez si quiere justicia para sus hermanos que fueron asesinados, le recomendó que vaya a la Procuraduría y pida que se haga justicia para sus hermanos.

Dijo que el secretario general de gobierno, Humberto Salgado Gómez y la procuradora Marta Elva Garzón Bernal “nos están atendiendo bien” entonces no comprende porque el hostigamiento de Manuel Olivares y Bertoldo Martínez “¿Qué es lo que buscan? ¿Dinero? Que lo busquen por otro lado y con otra familia, conmigo que no sigan chingando ni con mi familia porque les voy a poner una demanda por estar acosando a la gente”.

El 28 de noviembre fue asesinada la líder de la Laguna Juventina Villa Mojica junto a su hijo de 17 años Reynaldo Santana Villa.

Juventina Villa había denunciado que la situación de violencia con amenazas y asesinatos en la sierra de Coyuca de Catalán se debía a que un grupo armado de la comunidad de Los Ciruelos encabezado por José Rauda y Orbelín Hernández Peñaloza estaban presionando a los vecinos de La Laguna y Hacienda Dolores para que abandonaran sus tierras y pudieran ellos continuar con la tala de árboles y la siembra de droga.

El asesinato de Juventina Villa Mójica ocurrió justo el día en que, con otras 43 mujeres y niños, pensaba dejar la comunidad de La Laguna para desplazarse a un lugar más seguro.

Duante siete años la familia Santana Villa fue víctima de la violencia. En junio de 2005 fue asesinado su hijo Jesús Santana Villa, el 15 de febrero de 2011 asesinaron a su esposo Rubén Santana Alonso, el 17 de abril de 2011 a su hijo Sergio Santana Villa; y la violencia siguió contra familiares cercanos.

El 3 de septiembre de 2011 fue asesinado Enrique Rodríguez Santana primo de Rubén Santana Alonso, el 11 de noviembre fueron asesinados sus sobrinos Celso y Fortino Méndez. En abril de 2011 luego del asesinato de su hijo Sergio Santana Villa unos 107 vecinos de La Laguna se desplazaron a Puerto Las Ollas pero en noviembre de 2011 volvieron a La Laguna.

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