Violan hombres armados a seis turistas de España en una casa de playa en la que se hospedaban

Carlos Moreno A.

Seis turistas españolas fueron violadas por hombres armados que iban cubiertos del rostro con un paliacate, quienes se introdujeron por la madrugada en una casa de playa que rentaban las visitantes cerca de Barra Vieja, en la zona Diamante.
De acuerdo con el parte policiaco, fueron 15 hombres, siete de ellos armados, los que se introdujeron al conjunto de pequeños departamentos como bungalows llamado Casa de Playa Badaje, en la que estaban 13 personas, siete mujeres  y cinco hombres de nacionalidad española, además de una mujer mexicana.
La agresión originó una reunión de “carácter de urgente” de las autoridades de los tres ámbitos de gobierno, aunque no se precisó quiénes asistieron, en las instalaciones de la Novena Región Militar. Ahí se acordó “brindar el apoyo de la Fiscalía Estatal”, de acuerdo con el parte policiaco.
A las 2 de la madrugada de ayer, a la casa de playa, ubicada en el kilómetro 37 de la carretera a Barra Vieja, a un costado del hotel Bambuda, a unos 15 minutos del aeropuerto, se introdujeron 15 hombres, siete de ellos armados, que amarraron a los turistas, de entre 24 y 34 años, con sus ropas y cables, y ultrajaron a las mujeres.
A las 4:30 de la mañana, los agresores abandonaron el lugar que se ubica en San Andrés Playa Encantada, en una zona donde coexisten ejidos, colonias de pescadores y restaurantes populares con casas y condominios de lujo del Acapulco Diamante.
A las 6:50 de la mañana, las víctimas se desataron y llamaron a la Policía municipal y fueron llevados a la Agencia del Ministerio Público de Atención a Turistas, en Costa Azul, donde pusieron una denuncia por el delito de robo.
Allí declararon que los delincuentes se llevaron dos tablets, tarjetas de crédito, 7 mil 800 pesos en efectivo, cámaras fotográficas y un mp4.
Después las víctimas, acompañadas por el secretario de Turismo Municipal, Netzah Peralta, fueron trasladadas a la oficina de la Procu-raduría General de Justicia del Estado, donde declararon en la Agencia de Delitos Sexuales.
A mediodía circuló la información del ataque sexual contra las turistas, aunque no se precisaba la nacionalidad, pero luego se observó movimiento inusual en las oficinas de la Procuraduría.
Las primeras versiones indicaban que fueron violadas seis turistas españolas y una mexicana, aunque por la noche se informó que la agresión fue para las extranjeras.
Poco después de las 2 de las tarde llegó al lugar la procuradora Martha Elva Garzón, pero al observar a los reporteros no se bajó del vehículo y se retiró; minutos después en un vehículo oficial de “Servicios Periciales” salió el secretario de Turismo Municipal, al parecer para reunirse con la procuradora en otro lugar.
Mientras las turistas seguían declarando en la oficina del fiscal, las corporaciones policiacas efectuaron una operación de búsqueda en la colonia Alfredo V. Bonfil.
A las 4 de la tarde policías ministeriales salieron de las instalaciones de la PGJE y junto con policías federales y marinos, en total unos 50, fueron a la colonia en la carretera que va a Barra Vieja.
Allí fueron detenidos seis hombres, uno de ellos dentro de un taller mecánico de la colonia, pero éstos no llegaron a la Procuraduría, aunque después trascendió que fueron trasladados a la PGR, ubicada en la calle Mar Mediterráneo.
La versión de las corporaciones policiacas fue que detuvieron a los jóvenes dentro de un taller mecánico y se confirmó porque sus familiares llegaron a las 7 de la noche a las oficinas de la PGJE a preguntar por ellos.
Un tío de uno de los detenidos explicó que los policías ingresaron a un taller mecánico y sin explicación detuvieron a Larry Suástegui, que estaba trabajando y se lo llevaron.
Después de una hora los familiares se retiraron porque recibieron la noticia de que a los detenidos los dejaron libres, pero no quisieron dar detalles.
A las 9:30 de la noche se supo que los seis detenidos fueron dejados en libertad sin llegar a las oficinas de la Procuraduría.
Por la noche a la dependencia ingresó una Urvan blanca que se colocó a un costado del edificio principal, donde se ubican las escaleras de emergencia, para que fueran trasladadas las víctimas. Iba resguardada por patrullas de la PIM y de la Policía Estatal.