Fernando Pineda Ochoa

Martha Sánchez Néstor al Congreso de la Unión

Es recurrente que antes del proceso electoral surjan un número excesivo de aspirantes a ocupar puestos de elección popular. Ningún partido se salva de esta variante del  juego de lotería. Son diversas las causas que determinan este fenómeno. La falta de oportunidades laborales sería una de ellas; otras están marcadas por las ambiciones personales en torno del poder  y  el dinero;  hay suspirantes que se inscriben en la competencia para negociar puestos gubernamentales o partidarios, en la dinámica de que para la próxima contiendas, ahora sí, estarán mejor “posicionados”.
Nadie ignora la crisis, en todos los ámbitos, que permea la vida nacional. Por ello no podemos permitir el regreso del PRI al poder; las acciones de sus dirigentes  y aliados no son cosa del pasado, siguen siendo una realidad, son parte tangible del presente. ¿La presencia de Carlos Salinas, de Arturo Montiel (tío y mentor Peña Nieto); del ex gobernador de Tamaulipas,  Tomás Yarrington, acusado por la DEA de estar ligado al crimen organizado; los malos manejos de la deuda multimillonaria que dejó en su entidad el recién depuesto presidente del PRI  Humberto Moreira, o las muestras, fehacientes de que Enrique Peña Nieto es una figura maquillada es historia? ¿Y La Gordillo y el Niño Verde? ¿Figueroa, Vicario, René Juárez,  Claudia Ruiz Salinas (sobrina de Carlos Salinas de Gortari) son personajes  ficticios? ¡De ninguna manera! ¿Y qué podemos  decir de los ineptos del PAN que actualmente gobiernan el país y pretenden continuar en el poder, utilizando todo el potencial del Estado?
La coalición de izquierda no escapa a tal vorágine electoral. Pero siempre surgen voces críticas que obligan a abrir resquicios que permiten la integración de compañeras o compañeros de valía, capaces, con valores, que pueden contribuir  a la urgente transformación del país y de Guerrero. Es la hora de la izquierda, el momento de Andrés Manuel López Obrador. Y en esta línea es prioritario rebasar los eslóganes tradicionales, el discurso que no se diferencia de la demagogia priista o de la retórica panista. Pero sobre todo, el contraste de la propuesta de las fuerzas progresistas respecto a la de sus adversarios debe iniciarse con la elección adecuada de sus candidatos, que sean bien vistos por la sociedad, por los ciudadanos que van a representar o a gobernar; hombres y mujeres con  trayectoria, inmiscuidos en comprometidos con la problemática político-social.
México es un país multicultural, lleno de contrastes, donde existen minorías que exigen tener a sus propios representantes para jugar un papel digno y de calidad, en el Parlamento, en el Congreso de la Unión, interviniendo en el debate, elaborando propuestas que beneficien a las comunidades indígenas primordialmente, integrándolas a la identidad nacional sin romper su invaluable esencia cultural.  En Guerrero,  existen  cuatro nacionalidades (además de la minoría afromexicana), y Martha Sánchez Néstor pertenece a una de ellas:
“Mujer indígena con liderazgo de talla internacional con acciones locales de incidencia, experta en derechos indígenas  y  la perspectiva de género, ciudadana y feminista, nacida en la cabecera del  municipio de Suljaa (Xochistlahuca), ubicado en la región de la Costa Chica-Montaña del Estado de Guerrero México”.
Martha es Coordinadora de la Alianza de Mujeres Indígenas de Centroamérica y México (con una participación de 60 organizaciones de siete países); pero también es fundadora y asesora permanente  de la Casa de Salud de la Mujer Indígena Manos Unidas AC con sede en la cabecera de Ometepec, que atiende a ese y a seis municipios más: Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Igualapa, San Luis Acatlán, Malinaltepec y Metlatónoc; ha sido en diversas ocasiones delegada por la Coordinación Nacional de Mujeres Indígenas a las sesiones del Grupo de Trabajo para Poblaciones Indígenas en Ginebra, Suiza; al Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, en Nueva York, Estados Unidos.
Y su visión como feminista le permitió coordinar las acciones relativas a la equidad de género de la coalición Guerrero nos Une  en la campaña electoral que ganó la actual gubernatura de la entidad guerrerense.
Conocí a Martha cuando era parte del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena en el ya lejano 1994, organización pionera en la defensa de los derechos indígenas en Guerrero y en el país. Diez años después en 2004 y 2006 fue Becaria de la Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer (Semillas); asimismo, ha sido becaria de la Universidad de Verano Henry Dunant, Ginebra, Suiza, a propuesta del Enlace Continental de Mujeres Indígenas. La compañera no ha tenido reposo. Ha participado en conferencias y paneles en diferentes universidades y centros educativos y tecnológicos tanto nacionales como internacionales; en México participó en la UNAM, Tecnológico de Monterrey, UAM-Xochimilco, Colegio de la Frontera Norte, sólo por nombrar estas instituciones. Ha impartido conferencias en las universidades de Hamburgo, Alemania, de Chicago y San Francisco, Bruselas, Bélgica, Quito, Ecuador y Nicaragua.
Su interés de servir a sus pares le ha permitido incursionar en todas las esferas que posibiliten el conocimiento, difusión  y solución de los problemas de su pueblo. Por ello también es coordinadora de algunos libros como La doble mirada. Historia de luchas de mujeres indígenas de América Latina; La Coordinadora Guerrerense de Mujeres Indígenas construyendo la equidad y la ciudadanía con la doctora Gisela Espinoza de la UAM-Xochimilco y Libni Iracema Dircio; también a escrito varios artículos publicados en distintas revistas como Nexos, Memoria, suplemento Mundo Indígena de Milenio, periódico El Sur,  testimonios de tesis, prólogos…
Esta mujer indígena de valor excepcional,  comprometida, debe de ser candidata a la diputación federal y el camino que la lleve al triunfo para ocupar un curul en la Cámara de Diputados de San Lázaro es a través del apoyo de todas las fracciones del Partido de la Revolución Democrática. Ninguna corriente interna del PRD puede quedar  al margen para impulsar a Martha Sánchez Néstor y  garantizar su llegada como legisladora de las izquierdas en el Congreso de la Unión.