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En tanto no terminen las actuales obras del Acabús no se cerrarán más calles, acuerdan

Yee Trujillo

Entre reclamos, críticas y discusiones por el caos que han provocado las obras del Acabús en casi todo el puerto, ayer el director de Transporte y Vialidad del estado, Juan Larequi Radilla; el coordinador del proyecto Acabús, Jeovel Guinto González y el encargado de despacho de la Policía Vial, Jorge Zambrano Hernández, se reunieron con 50 concesionarios encabezados por los presidentes de los distintos bloques de camioneros urbanos, para tratar de buscar alternativas viales.
En la junta, a las 5:30 de la tarde en las oficinas de gobierno ubicadas en el centro de negocios Costera 125, estuvieron presentes los dirigentes de los bloques 1, 3, 4, 5 y 7, Irán Torres, Alfredo Sarabia Nava, Crescencio Díaz Soria, Alejandro Miranda Salinas, y Simón Zamora García, respectivamente, así como el presidente de los microbuseros de las rutas Mozimba, Potrerillo y Palma Sola, Domingo Leyva Ramírez.
De hecho, la reunión no comenzó en el horario previsto.
“Vámonos, no le interesa, vámonos y le cerramos mañana”, “mañana que nos busque allá en la calle, a ver si no nos va a andar buscando”, gritaban algunos concesionarios porque la reunión estaba programada a las 5 de la tarde y tuvo que ser iniciada por Larequi Radilla ante la ausencia de Guinto González,  quien llegó minutos después.
Desde el inicio, Larequi Radilla reconoció el caos vehicular que ocurre en el puerto y que a los transportistas les falta mucha información sobre los lugares dónde se trabaja cada día y qué van a hacer los empleados de la empresa Cemex, pero se limitó a decir que estos imprevistos “tienen que ver con el proyecto” y que la obra presenta un 55 por ciento de avance.
El director de Transporte aseguró que los trabajos deberán estar concluidos en mayo, culpó a la Policía Vial por la falta de agentes y radios de comunicación para agilizar el tránsito en los principales cruceros y dijo que por ello los tuvieron que apoyar con 30 policías preventivos.
Además aseguró que el secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, ordenó a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas que no se abrierá ningún otro tramo hasta que se concluyan las obras que se encuentran en proceso, al tiempo que les pidió que les ayuden a proponer opciones viales.
Ante la oportunidad los transportistas arremetieron: “Vea el gran problema que ha ocasionado esta obra, no hablemos nada más del transporte, hablemos también de los hoteleros, comerciantes y un sinfín de cosas que ahorita se vienen encima. Nosotros lo que queríamos en un principio era sentarnos para llegar a un acuerdo junto con las autoridades para poder trabajar las calles y no hubiera el problema que hay ahorita”, reprochó Díaz Soria.
Aseguró que esta propuesta se le hizo a Guinto González antes de comenzar a abrir las calles para realizar la obra, y afirmó que los asaltos, choques y muertes se han incrementado en cien por ciento por el desorden, además de que sus ganancias han disminuido “en gran manera”.
Criticó que no es válida la situación en la que tienen al puerto porque abren las calles indiscriminadamente y las obras no avanzan por la falta de material, por lo que “todo Acapulco ahorita está de cabeza”, mientras los policías viales sólo “estiran la mano” para pedirles dinero y los trabajadores de la obra “se la pasan en la sombrita” o trabajan por ratos.
Díaz Soria criticó: “todos andamos como cucarachas metiéndonos por donde se puede”, y reveló que han tenido que despedir a varios choferes porque no les entregan las cuentas y algunos camiones están parados, por lo que pidió que el gobernador Ángel Aguirre Rivero les brinde apoyo económico y que las obras no continúen hasta que se terminen los tramos pendientes, que “se pongan las pilas”, y lleguen a un acuerdo para generar alternativas viales.
En respuesta, Larequi Radilla aseguró que no se abrirán más tramos de construcción si no tienen el material necesario y que les presentaran la propuesta por la que se reunieron.
En ese momento Guinto González reprochó que no deben “colgarle” todo al Acabús, lo que inmediatamente causó molestia entre los concesionarios que nuevamente señalaron que las obras se han realizado indiscriminadamente, que en las reuniones no los dejan hablar y que las autoridades deben hacer compromisos.
Y siguió el reclamo.
Díaz Soria reiteró que Guinto González jamás hizo caso a sus repetidas solicitudes de organizarse antes y que ahora no se vale que los trate de confundir.
Otra concesionaria se quejó porque en Caleta hay personas enfermas por el polvo y a causa del sistema de drenaje, que se ha juntado con las tuberías de agua potable, causándoles enfermedades en la piel.
Por su parte, Zamora García coincidió en que las obras del Acabús han afectado sus ganancias, que los camiones de Maxitúnel hacían siete vueltas pero ahora solamente hacen tres o cuatro porque abren las calles indiscriminadamente, y amagó con que no permitirán que se abra ningún otro tramo hasta que se concluyan los pendientes.
También señaló que tanto los policías viales como los empleados de la delegación de Transportes solamente se la pasan debajo de los árboles y pidiendo “mochadas”, al tiempo que reconoció que los choferes son desordenados pero dijo que son las autoridades quienes les deben poner orden.
En diferentes momentos de la reunión los ánimos llegaron a los gritos y hasta pleitos verbales entre funcionarios y transportistas que tuvieron que ser acallados por Larequi Radilla.
Después otro de los representantes del proyecto, Benjamín Rivera González, dijo que las obras que se realizan en la Costera y que continuarán hasta la calle Juan Sebastián Elcano deberán estar concluidas antes de que comience la temporada vacacional de Semana Santa, para concluir todo el proyecto en mayo: “El gobernador está muy entusiasmado con el proyecto, pero la verdad los tiempos nos están ya agobiando”, y enumeró todos los beneficios que traerá la obra.
Sin embargo, los concesionarios arremetieron diciendo que eso pasa porque no se está trabajando día y noche, que todo ha sido “meramente imposición”, y que debieron programarse.
Mientras, Rivera González aprovechó para informar que a mediados de marzo se deberá abrir “de banqueta a banqueta” la calle Aquiles Serdán en el centro de la ciudad para hacer estaciones de los nuevos vehículos de transporte y propuso que los camiones del bloque 5, franja verde, solamente lleguen al Mercado Central por la Vía Rápida y retornen hacia la Calzada Pie de la Cuesta, y de ahí enviarlos hacia las avenidas Ejido y Constituyentes, o que aporten otras soluciones.
Este nuevo dato provocó más molestias entre los concesionarios quienes insistieron en que los camiones no deben ser sacados del Centro ni de la Costera, porque las rutas no deben acortarse.
Entonces, Díaz Soria reclamó que después de la imposición y el desastre les pidan soluciones, y afirmó que sí hay capacidad por parte de la Policía Vial pero deben dejar de estar “ochenteando”, y Larequi Radilla se comprometió a que el delegado de Transportes, José Juan García Torres, dará de baja a los empleados que pidan dinero, y lo llamó a acudir a la reunión, aunque bromeó diciendo que deberán “correrlos a todos”.
Para concluir la junta, los concesionarios propusieron que se quite la parada de camiones que se hace en la avenida Constituyentes afuera del Mercado Central y en la calle Diego Hurtado de Mendoza, que se ponga atención en los cruces, que los colectivos amarillos sean desviados hacia la calle Artículo 27 de la colonia Progreso, y que se prohíban las dobles filas que se hacen afuera del Palacio Federal en la Costera.
Ante ello, Larequi Radilla dijo que se analizaría después de la reunión con los dirigentes de los bloques tres y cinco, y que se realizarán reuniones semanales para informarles con anticipación sobre el desarrollo de la obra e inclusive se tratará de organizar un recorrido de reconocimiento en camión durante la semana.
Finalmente acordaron que se considerará poner en marcha el programa Hoy no circula para todos los vehículos en caso de que las propuestas no agilicen el caos vehicular, porque según lo dicho por Larequi Radilla, “serán tres meses difíciles” y aprovecharon para pedir que el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil municipal, René Mota García, pida la intervención de la Policía Federal para inhibir las extorsiones que se han incrementado últimamente contra choferes y pactaron reunirse nuevamente en una semana.

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