Reconocen que hay órdenes de detener a autoridades de la CRAC acusados de “prestarse a la guerra sucia”

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los dirigentes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), los hermanos Cirino y Bruno Plácido Valerio, se entregarán a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) para que se les investigue por las acusaciones de división a esa organización indígena.
En conferencia de prensa, Cirino Plácido, que también es parte de la CRAC, respondió así a las acusaciones que le hace la parte de la misma Coordinadora contraria a la UPOEG, encabezada por el coordinador Pablo Guzmán Hernández y el asesor Valentín Hernández Chapa.
Y ante las acusaciones que hizo un día antes Valentín Hernández, de que los hermanos Plácido Valerio ordenaron a los grupos armados del movimiento de autodefensa que la UPOEG encabeza, la detención de cuatro comandantes regionales y cinco coordinadores de la CRAC, Cirino respondió que sí hay órdenes de detener a comandantes y coordinadores de la CRAC, pero dijo que no son órdenes de la UPOEG sino decisiones de las asambleas de los pueblos.
Puso como ejemplo el caso de Buenavista, municipio de San Luis Acatlán, de donde él es autoridad, como presidente del comisariado ejidal, y como tal es parte de las autoridades indígenas que integran la CRAC: “en el caso de Buenavista, se acordó detener al comandante regional, Melquiades Santiago, por sospechoso de prestarse a la guerra sucia en contra de la CRAC”.
También, ante los señalamientos de la otra parte de la CRAC de que los que se identifican con la UPOEG pretenden la militarización de los territorios indígenas, Cirino Plácido dijo, por el contrario, que están en contra de la militarización, y sobre la participación en la Comisión de Armonía y Desarrollo de los Pueblos Indígenas, que formó el gbernador Ángel Aguirre Rivero, dijo que será decisión de las asambleas si la CRAC participa, pero adelantó que él sabe que la posición de los pueblos es de no participar en dicha comisión.
En conferencia de prensa, al medio día de ayer, el también consejero de la CRAC, Cirino Plácido reconoció que el grupo que encabeza y que está contrapuesto con el del coordinador Pablo Guzmán Hernández y el asesor Valentín Hernández Chapa, pretende quedarse en la Casa de Justicia de San Luis Acatlán y operar la radio comunitaria, “que es de los pueblos indígenas”.
Dijo que él y Bruno Plácido no son instrumento de división y que tras las acusaciones en su contra de que reciben línea del gobierno de Ángel Aguirre Rivero para dividir a la CRAC, han determinado entregarse a las autoridades comunitarias para que sean juzgados conforme a los usos y costumbres indígenas.
Cirino Plácido rechazó las acusaciones en contra de la dirigencia de la UPOEG, pues dijo que el objetivo principal de su organización es lograr el desarrollo de los pueblos.
Acusó que el proyecto que encabezan Pablo Guzmán y Valentín Hernández, es un proyecto “vertical”, en el que se pretende que la dirección “la encabecen los representantes de la coordinadora, sin que opinen los pueblos”.  Y dijo que a diferencia de esta posición, la parte en la que él está tiene un proyecto “horizontal”, que busca la participación del pueblo y el diálogo y los consensos.
El dirigente indígena se presentó ayer en la conferencia de prensa no como dirigente de la UPOEG, “sino como autoridad de la CRAC”  y dijo que en este sentido, estaba en posibilidades de anunciar que su grupo al interior de esta organización indígena mantenía en su poder la casa de justicia de San Luis Acatlán y que va a comenzar a operar la radio comunitaria, puesto que “es de los pueblos, no de Valentín ni de Pablo”.
Cirino Plácido, no quiso hablar en la conferencia de prensa con respecto  a los problemas que ha provocado la UPOEG, que dirige su hermano Bruno Plácido, en los pueblos indígenas, pues dijo que “yo vengo para defenderme como consejero se la CRAC, y por las acusaciones que me hacen, pero de la dirigencia de la UPOEG quien tiene que defenderse es Bruno”.
Aseguró que su grupo al interior de la CRAC promueve una política horizontal, mientras que la de su contraparte es vertical, “lo que implica, -dijo- es que ellos quieren tomar acuerdos en la coordinación y en la dirigencia, mientras que nosotros proponemos que las decisiones se tomen en los pueblos”.