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El Ejército ya no viola los derechos humanos, asegura el comandante de la 35 Zona Militar

Zacarías Cervantes

 

Ojo de Agua, Heliodoro Castillo

 

El comandante de la 35 Zona Militar, general Juan Manuel Rico Gámez, aseguró ayer que los efectivos del Ejército ya no violan los derechos humanos, “porque nos formamos en la cultura del respeto a los derechos humanos”.

Además, dijo que la nueva reforma obliga a leerles sus derechos a los detenidos responsables de algún delito.

En este contexto aseguró que en lo que va del año, en lo que corresponde a la 35 Zona Militar, no han recibido ninguna denuncia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), mientras que el año pasado solamente recibieron  dos, pero que fueron por daños colaterales que ocurrieron durante la destrucción de plantíos de enervantes y que se resolvieron dialogando con los campesinos, sin llegar a la recomendación.

“Nosotros tenemos la materia de derechos humanos desde que entramos al Ejército, nos formamos en la cultura de respeto a los derechos humanos, y además, la nueva reforma permite que a los presuntos responsables de algún delito se les lean sus derechos y esto también ya fue implementado en el Ejército. Ya se dio el curso especial para que todos tengan conocimiento de él y lo aplique en la realidad y evitemos cualquier tipo de afectación de los derechos humanos de personas presuntamente vinculadas a alguna actividad ilícita y que logremos detener en la flagrancia del delito”, dijo.

—Sin embargo, las denuncias se siguen presentando, ¿cuáles son las cifras que tienen ustedes al respecto?

—Por lo que se refiere a la 35 Zona Militar no hemos recibido ninguna queja en lo que va de este año.

El jefe castrense informó que el año pasado solamente se presentaron dos quejas “por denuncias de campesinos que manifestaron que se fumigó su parcela, pero obviamente en la fumigación un piloto  no fumiga si no está fehacientemente seguro de que es enervante, pero luego los campesinos hacen los sembradíos mixtos con esa idea de que, en algún momento, puedan acusar de que hubo una afectación a su patrimonio”.

Sin embargo, explicó que en el caso de las dos denuncias se platicó con los ciudadanos y al realizarse un estudio se llegó a la conclusión de que se trataba de plantíos mixtos “y que la actuación del personal militar fue adecuada y no se llegó a la recomendación”.

Rico Gámez aseguró que en los lugares a los que llegan para la destrucción de los sembradíos regularmente no establecen contacto con los habitantes de los pueblos, “tenemos la instrucción de acampar fuera de la población para evitar cualquier tipo de contacto con la población”.

—¿Entonces su trabajo no es coordinado con los comisarios municipales o comisariados ejidales?

—Se hace una visita de cortesía a la autoridad de la comunidad para informarle que vamos a estar trabajando, que si tiene alguna necesidad o alguna cosa que aportarnos, o si tiene alguna necesidad de apoyo de parte de nosotros, que estaremos a la orden.

Agregó que “a veces acuden al llamado, otras veces no vienen, pero nosotros tenemos la instrucción de tener contacto con la autoridad para que ellos tengan conocimiento que estamos trabajando en el área y escuchar de ellos algún requerimiento que tengan sobre seguridad y nosotros poderlo atender”.

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