Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

Waterloo
acapulqueño

Como todas las paradojas de la vida lo que Guerrero parece necesitar es, al menos, considerar el auxilio veracruzano para salir del atolladero en el que están sumidos tanto el gobernador Angel Heladio Aguirre Rivero, como el presidente municipal, Luis Walton.
La última crisis, provocada por el asalto, robo y violación de turistas españolas, demostró insuficiencias, incapacidades y que el camino tomado es equivocado.
Por eso hay quienes creen que ambos funcionarios, en la peor paradoja del destino, debieran acudir a Veracruz, específicamente a Catemaco, para hacerse una limpia y que tengan la inspiración para enfrentar la inseguridad, pero sobre todo la ingobernabilidad, la verdadera madre de todas las desdichas del gobierno y del pueblo.
Está descartada, por supuesto, la mala fe en el inadecuado manejo de los asuntos públicos. Ni Aguirre ni Walton tienen porqué dominar lo que solo se aprende en la práctica: gobernar.
El alcalde de Acapulco repartió culpas por la violación de ciudadanas españolas; indicó que la seguridad del puerto es responsabilidad tanto del gobierno municipal, como del estatal y federal.  El reparto de responsabilidad no implica su exoneración por incumplimiento, independientemente de las causas.
De acuerdo con los hechos y la experiencia, Acapulco para la mayoría de sus alcaldes ha sido su Waterloo, sin que hayan tenido conciencia de ello.
En un encuentro con la comunidad de Barra Vieja, el presidente municipal indicó que “Enrique Peña Nieto vino a Acapulco y ofreció que iba a dar apoyo. Hasta el día de hoy no hemos visto la ayuda”. Durante una conferencia de prensa en un restaurante cercano a la zona de la violación de las turistas, indicó que acudía “a afrontar la responsabilidad de los hechos, esto no debe volver a suceder”, por lo cual hasta ahora la investigación la lleva la Procuraduría del estado, en coordinación con la Marina, el Ejército, la policía estatal y municipal”.
“Vengo a dar la cara y a pedirles que hagan las denuncias de cualquier delincuente, y ustedes saben en el área quiénes son”, pidió Walton. Por su parte, el gobernador Aguirre Rivero dijo después que comprendía el sentimiento de Walton, quien “sentía mucha desesperación por su petición a Peña Nieto, pero el Presidente siempre ha estado con Guerrero”. Según dijo el gobernador en un noticiero televisivo, los tres niveles de gobierno se encuentran trabajando para que se refuerce la Operación Guerrero Seguro y descartó que se hayan presentado con anterioridad denuncias de violación similares, “no solo de turistas, sino de la comunidad guerrerense”.
Se mantiene una comunicación permanente con autoridades de España “para reconstruir la relación”, pues ese país, indicó, ha invertido al menos 60 millones de pesos en Acapulco en mantenimiento, aunque “lo primero es castigar a los responsables”.
Sin embargo, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, Mary Bertha Medina Cortés, interpretó lo ocurrido a las seis turistas españolas a que el grupo de visitantes se hospedó en una casa de oferta y no en un hotel establecido.
Lo dicho, algo produce Acapulco a sus alcaldes y a sus líderes que cargan con el mal fario. Una peregrinación a Catemaco, hacerse una limpia y, por si falla, hacer otra a la Basílica de Guadalupe, que no falla.
Eso sí, después de las peregrinaciones, ponerse a trabajar con humildad y objetividad, sin echar la culpa a otros o seguir creyendo que los malos, ineficientes, incapaces y corruptos, ya se fueron.

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