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Exaltan en museo de Frankfurt a Chaplin como pícaro por antonomasia en la cultura

DPA

Frankfurt / Main

Basta un bombín, un bigotillo y un bastón: la silueta de Charlie Chaplin es reconocida, 100 años después, en buena parte del mundo. Ahora, el Museo del Cine de Frankfurt dedica una exposición a ese golfillo torpe y listo a la vez, elevado por el séptimo arte.
Lejos de ser una retrospectiva clásica sobre la vida y obra del actor, cineasta y compositor británico (1889-1977), Charlie, the bestseller (El superéxito) no busca rendirle homenaje, dijo a DPA la directora del museo, Claudia Dillmann.
En su presentación a la prensa, Dillmann destacó que se ha preferido poner el foco en la “introducción de la figura única del pícaro en la cultura general” al través del gran comediante y cineasta. “Y en cómo sale y se libera de la pantalla para tener vida propia”.
En opinión de Dillmann, resulta “absolutamente pasmoso” comprobar hasta qué punto sigue presente la figura del vagabundo Charlie, en la misma publicidad, y qué pocos rasgos son necesarios para volver a hacerlo siempre reconocible. Unos zapatos grandes y un bastón, o un bigote y un sombrero hongo se han convertido en un “pictograma universalmente reconocido”.
La figura del cómico tentetieso, pobre y romántico, se había convertido en artículo de mercadería identificativo antes incluso de que existiera el término merchandising. La exposición muestra innumerables objetos domésticos, desde tazas a utensilios, juguetes y muñecos con la figura del que fue no sólo un atípico payaso, sino también el genial director de Candilejas o Luces de la ciudad.
El propio Michael Jackson se inspiró en Chaplin y en la exposición puede verse una réplica, así como carteles históricos y libros con la reconocida figura del personaje que conquistó Hollywood y, en 1919, fundó con Griffith, Fairbanks y Mary Pickford los estudios independientes United Artist.
Los objetos de la exposición –que podrá verse desde el 22 de febrero al 13 de mayo– son parte de una colección privada que un ciudadano de Frankfurt, Wilhelm Staudinger, había acumulado desde su infancia y cedió intemporalmente al Instituto del Cine Alemán en 2010.
El coleccionista explicó en la presentación que el origen de su obsesión estuvo en el descubrimiento en una revista de la persecución anticomunista contra el héroe de su infancia.
“Me produjo un gran shock”, dijo Staudinger, en referencia a la caza de brujas desatada a finales de los años 40 en Hollywood y que no sólo afectó a numerosos artistas, sino que provocó el exilio voluntario de Chaplin a Europa, donde falleció en 1977.
El apasionado seguidor del artista explica que le “hirió profundamente la sensibilidad” descubrir cómo entonces era “demonizado, difamado, espiado”, alguien de quien considera que hay tanto que aprender. Por ejemplo, “humanidad, amor, esperanza, verdad y dignidad”.

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