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“No somos sus enemigos”, dice Cirino a la CRAC, que lo acusa de paramilitar

Las acusaciones de la Casa de Justicia de El Paraíso, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, Policía Comunitaria (CRAC-PC), a Bruno y Cirino Plácido Valerio, el padre Mario Campos, y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), “no tienen fundamento ni argumento, son veneno puro”, respondió Cirino Plácido.
En el desplegado público Lectura Equivocada, la Comisión de Prensa de la Casa de Justicia de El Paraíso, en Ayutla, denunció que la CRAC-PC, “está siendo agredida desde el poder a través de la UPOEG, encabezada por un grupo de traidores a nuestros principios e historia, como son Bruno y Cirino Plácido Valerio y el cura Mario campos”.
Acusa a la UPOEG de ser un grupo paramilitar que sirve a los intereses del gobierno, y que sus integrantes reciben entrenamiento militar, y advierte que la CRAC, “no puede permitir que triunfe esa campaña organizada desde el poder que busca arrebatarnos la esperanza de un mundo mejor, tenemos esa responsabilidad histórica y haremos todo por evitar que sangre de inocentes pague la irresponsabilidad de quienes dirigen a estos señores”.
Cirino Plácido, que es autoridad de la CRAC, dijo ayer que quienes los acusan tienen una visión “miope” y que no se dan cuenta que “no somos nosotros sus enemigos” y añadió que no han sido capaces de construir una base sólida, “como sí lo hemos logrado nosotros, porque nosotros no somos estúpidos ni miopes”.
Por teléfono dijo que si su intención fuera destruir a la CRAC como los acusan, “hace 17 años que hubiéramos destruido el sistema comunitario”, pero agregó que no pueden hacerlo porque “fuimos nosotros los que construimos ese sistema y al que ahora se quieren montar ellos, Valentín Hernández y Pablo Guzmán”.
Agregó que lo que molesta a quienes lo acusan es que, “nosotros no sólo estamos viendo el sistema de justicia comunitario, sino que nos interesa también resolver otros problemas como educación, salud, infraestructura carretera para lograr el desarrollo en la región”.
Pidió a la CRAC que no se vea a los hermanos Plácido Valerio, al padre Mario Campos y a la UPOEG como sus enemigos, “porque también nosotros somos explotados, pero no por ello somos radicales tontos, como ellos que se quedaron en los años setentas. Nosotros construimos desde abajo porque queremos un cambio real”.
Rechazó que busque cargos públicos, “no aspiro a ser ni si quiera regidor” y agregó que tal vez su hermano Bruno, si busque una diputación, “¿pero por qué en vez de criticar sus aspiraciones no critican a los que ya están y no hacen nada?”, cuestionó el dirigente indígena.
En el pasado proceso electoral Bruno Plácido quiso ser candidato a diputado federal y amagó con evitar las elecciones en la región si no se elegían a los diputados por usos y costumbres.
En la entrevista de ayer, Cirino Plácido denunció que el grupo que los acusa, al que pertenece Valentín Hernández y Pablo Guzmán con sus acusaciones “sin fundamento” violaron los acuerdos a los que habían llegado el 12 de febrero, en el sentido de no recurrir a la agresión ni a las descalificaciones para no afectar la asamblea del 23.
Dijo que no sólo difundieron este desplegado (Lectura Equivocada), sino que por la radio comunitaria de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán y en la asamblea del domingo pasado, iniciaron una campaña en su contra.
Con esto, agregó, “nosotros hasta ya le tenemos miedo a la policía que nosotros mismos construimos”, porque dijo que Pablo y Valentín están utilizando a la Policía Comunitaria para reprimir a sus adversarios.
Cirino Plácido, quien anunció en conferencia de prensa hace una semana que se entregaría a la CRAC para que se le juzgara de las acusaciones que le hacen, dijo ayer que ya no lo va a hacer porque “aquellos no tienen calidad moral, y que mejor se va a poner a disposición de la asamblea del 23 de febrero”.
Adelantó que ese día el grupo de la CRAC al que pertenece va a llegar desarmado, “y si ellos quieren allí que nos masacren frente a los medios de comunicación, para que todos vean que ellos son los que violan los acuerdos”.
Cuando se le aclaró que el desplegado es de la Casa de Justicia de El Paraíso, municipio de Ayutla, que tomó protesta en diciembre, dijo que ésta recibe el respaldo de los de San Luis Acatlán y que se han apoderado de un movimiento “que construimos nosotros”.
Reconoció que hay intereses que quieren dividir a los indígenas y a las organizaciones de la Montaña y Costa Chica, pero que “quienes están sirviendo a esos intereses son ellos (los de la casa de Justicia de El Paraíso, Valentín Hernández y Pablo Guzmán)”.
Le recordó a los dirigentes antagónicos a él y su grupo vinculado a la UPOEG que ellos no son la CRAC, “la CRAC somos todos”. (Zacarías Cervantes / Chilpancingo).

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