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Llaman grupos de la CRAC a la unidad con miras a la elección de autoridades comunitarias

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Autoridades comunitarias y consejeros pertenecientes al sistema de seguridad, justicia y reeducación de La Montaña y Costa Chica, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), se reunieron ayer en Tlapa, en donde aparentemente resolvieron las diferencias que existen entre el grupo que encabezan los hermanos Plácido Valerio, por un lado, y, por el otro, el coordinador de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Pablo Guzmán Hernández y el asesor Valentín Hernández Chapa.
La reunión se realizó en el seminario Tonanzin Guadalupe, a donde asistieron el padre Mario Campos Hernández, a quien se ubica dentro del grupo de Bruno y Cirino Plácido; el director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Abel Barrera Hernández.
También asistió el coordinador de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Pablo Guzmán Hernández, el propio Bruno Plácido Valerio, así como los consejeros, Jesús Reyes Bonifacio, Pedro Rojas Morelos, Nicolás de la Cruz Manzano y Rufino Reyes Ramos.
Luego de la confrontación que se dio en días pasados entre estos dos grupos de autoridades de la CRAC, ayer habrían llegado aparentemente a dirimir sus diferencias pues entre los acuerdos destaca que “todos y todas nos pronunciamos por la unidad, el diálogo, el respeto, los mecanismos de  decisión y el fortalecimiento de nuestras luchas”.
Pero además expresaron su compromiso de “llegar fortalecidos a la asamblea del día 23 de febrero en el barrio de San Isidro de San Luis Acatlán, para elegir a nuestras nuevas autoridades”.
Las autoridades de la CRAC, dirigentes de organizaciones y de organismos de derechos humanos, al terminar la reunión, a las 3 de la tarde, firmaron un documento de nueve puntos. En el primero se establece “que la fuerza histórica de nuestros pueblos ha sabido enfrentar y vencer con la sabiduría de nuestros abuelos, los conflictos y diferencias que se suscitan al interior de nuestras comunidades con el diálogo respetuoso, autocrítico y propositivo, para mantener a salvo la unidad y el sagrado derecho de ejercer nuestra libre autodeterminación”.
El segundo dice “que por encima de las dificultades, errores y diferencias, hemos asumido el compromiso de que todos nuestros esfuerzos estarán encaminados a defender el sistema de justicia, seguridad y reeducación comunitarias, que forman parte del patrimonio de nuestros pueblos”.
El tercero establece “que todos y todas nos pronunciamos por la unidad, el diálogo, el respeto, los mecanismos de decisión y el fortalecimiento de nuestras luchas”.
El cuarto agrega que “nuestro compromiso es llegar fortalecidos a la asamblea del día 23 de febrero en el barrio de San Isidro de San Luis Acatlán, para elegir a nuestras nuevas autoridades”, y el quinto menciona que “como servidores de nuestros pueblos reiteramos nuestro rechazo a la entrada a nuestros territorios de las empresas mineras y contra la reserva de la biosfera, impulsadas por los gobiernos, que siguen otorgando concesiones sin respetar nuestro derecho a ser consultados”.
El sexto habla de la iniciativa de decreto del gobierno estatal, del que manifiestan “nuestra disposición a ser consultados para emitir nuestra palabra que refleje el respeto a nuestro proyecto y de decidir nuestro destino en ejercicio de nuestra autonomía”.
El séptimo establece el acuerdo de que en la asamblea del 23 de febrero participen con derecho a voz y voto, los comisarios municipales, comisariados de bienes comunales y ejidales, grupo de policías comunitarios, consejeros, consejeras regionales y cinco locales, y cinco principales de cada comunidad que integren el sistema comunitario de seguridad, justicia y reeducación de La Montaña y Costa Chica de Guerrero.
En este mismo punto se menciona que la directiva de las organizaciones cafetaleras participará con voz y voto.
En el octavo se acuerda que el comisariado de San Luis Acatlán “puede participar como oyente y hasta que se nombre su policía comunitaria se integrará a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias”.
Y, finalmente, en el noveno, los participantes en esta reunión acuerdan “propiciar un ambiente de armonía y de paz, buscando el bien del proyecto de nuestros pueblos de la región y del estado de Guerrero”.

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