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Estaba en donde no hay celular, no fui levantado, dice el alcalde de Huitzuco

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

Los alcaldes perredistas de General Canuto A. Neri (Acapetlahuaya), Teloloapan y Cuetzala, Eleuterio Aranda Salgado, Ignacio Valladares Salgado y Feliciano Álvarez Mesino, respectivamente, se quejaron de la inseguridad que existe en la región Norte y manifestaron su temor de ser víctimas de la delincuencia organizada, como le ocurrió al alcalde priista de Huitzuco, Norberto Figueroa Almazo, secuestrado el lunes junto a sus dos  acompañantes.
Los tres alcaldes asistieron ayer al encuentro convocado por el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del PRD, en el Rancho Los Cedros, al sur de Chilpancingo, donde elegirían a su coordinador, aunque finalmente fueron los dirigentes de las corrientes quienes decidieron que fuera el presidente municipal de Tecpan, Crisóforo Heredia Otero.
A la reunión llegaron juntos los alcaldes de Teloloapan y Acapetlahuaya, escoltados por nueve elementos de la Policía Investigadora Ministerial (PIM) de la Procuraduría General de la República (PGR) que resguardan a Valladares Salgado desde octubre del año pasado, tras la difusión de un video en el que amenazado dialoga con integrantes de un grupo delincuencial.
Por otra parte, Eleuterio Aranda fue exhibido en octubre pasado por algunos medios de comunicación por cantar corridos a grupos de la delincuencia organizada, como La Familia Michoacana, y aparecer en las portadas de sus discos con armas largas.
Pero en el encuentro el alcalde de Acapetlahuaya afirmó que la situación de la región “es preocupante, es lamentable, no podemos reírnos y mucho menos hacer críticas”, comentó.
Afirmó que todos los funcionarios, representantes populares y empresarios de la región “estamos en una situación medio crítica, difícil”, pero separó a su municipio del resto y dijo que en General Canuto A. Neri “todo está en calma, y no hay cosas ilícitas”.
Se le preguntó si por el temor dejarían de denunciar o “hacer críticas”, ya que él es el  responsable inmediato de la seguridad, pero justificó que “tenemos la voz, pero también si no tenemos el respaldo suficiente del gobierno ¿qué podemos hacer?”
Después de “las presiones” contra el alcalde de Teloloapan y el secuestro de Norberto Figueroa, dijo que todos en la región “tenemos el temor, no podemos decir nadita, mucho menos reírnos, porque sabemos que estamos en situaciones muy difíciles, tenemos que andar con precaución”, dijo el alcalde, que llevaba puesto un sombrero de mil 500 pesos (el precio lo dio él mismo), y que en una placa dorada con brillantes decía “El Cártel”.
“Teloloapan vive una tranquilidad aparente” reconoció a su vez el presidente municipal de ese municipio, Ignacio Valladares, quien llegó al lugar resguardado por nueve elementos armados de la PGR; a su llegada los elementos federales se dispersaron dentro y fuera del Rancho los Cedros, operativo que resultó aparatoso para los perredistas que los miraban con recelo.
Dijo que los municipios de esa región “no están exentos de los vientos que corren en todo el país y tenemos que enfrentar la seguridad como se nos presenta”.
Comentó que su familia sigue viviendo fuera del estado “para que nosotros podamos tener más libertad en el trabajo, tenemos que tenerlos a resguardo”.
Afirmó que al igual que el resto de los alcaldes, tiene  temor por “los hechos que todos saben, como el secuestro del alcalde presidente municipal priista de Huitzuco”.
Comentó que la presencia del Operativo Guerrero Seguro (OGS) sólo inhibe la posibilidad de que se registren hechos violentos, pero dijo que hasta el momento en Teloloapan no pueden vivir con “la paz y tranquilidad que anhelan”.
Después de la designación del coordinador de los alcaldes perredistas, los 32 presidentes municipales que asistieron se quedaron a comer en el Rancho los Cedros con el CEE, y durante la comida el alcalde de Cuetzala, Feliciano Álvarez Mesino, pidió hacer uso de la palabra para plantear los problemas de seguridad que hay en su municipio.
Pero el dirigente perredista Carlos Reyes Torres, al percatarse de la presencia de algunos reporteros, interrumpió al presidente municipal y le pidió que lo comentara después, “es un tema de mucha privacidad, vayan a tener alguna situación de riesgo”.
Después se intentó entrevistar a Feliciano Álvarez, pero no quiso dar declaraciones y justificó que “es por seguridad, no puedo hablar porque es un asunto muy delicado”, y cortó la conversación.

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