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Una multitud acompaña a las víctimas a un año de la tragedia ferroviaria en Buenos Aires

DPA

 

Buenos Aires

 

Con diversos actos y homenajes se recordó ayer en Buenos Aires a las víctimas de una de las peores tragedias ferroviarias en la historia argentina, en la que hace un año murieron 51 personas y hubo más de 700 heridos.

“Nunca más la impunidad en el país. No podemos ignorar la desidia, los intereses políticos y económicos que nos llevan a la impunidad”, dijo el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, al abrir por la noche el acto central por el primer aniversario del accidente del 22 de febrero de 2012 en la estación de trenes de Once, una de las principales de la ciudad de Buenos Aires.

El acto fue organizado en la emblemática Plaza de Mayo por los familiares de la víctimas. Allí, Pérez Esquivel sentenció que el episodio fue “una tragedia anunciada”, porque el informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) con las advertencias sobre lo que podía suceder fue presentado en el “Parlamento argentino” antes del accidente.

Los actos comenzaron en la mañana. Con un minuto de silencio y el reclamo de justicia se realizó un homenaje en la terminal de Once.

Los familiares de las víctimas se congregaron en el andén de la terminal donde hace un año un tren suburbano de la línea Sarmiento colmado de pasajeros se estrelló a unos 20 kilómetros por hora contra el parachoques de la estación, que no contaba con un sistema hidráulico para amortiguar el golpe.

A las 8:32 horas (11:32 GMT), la hora exacta del accidente, los familiares realizaron un “bocinazo”, portando carteles con las fotos de sus seres queridos y la leyenda “JU5T1CIA”. Al acto se sumaron espontáneamente los pasajeros de otros trenes que arribaron a la terminal en esos momentos, con aplausos que tronaron en toda la estación terminal.

Los actos de homenaje continuaron con una misa en la Catedral de Buenos Aires y la manifestación central por la noche en la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno.

Ante las críticas por el silencio oficial acerca de la tragedia, la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, rindió este jueves un homenaje a las víctimas y envió “un abrazo solidario a los familiares”.

“Sé que la pérdida de un ser querido es irreparable, pero ahí está la Justicia para determinar responsabilidades”, aseveró la jefa de Estado durante un acto público en el que presentó el canal de televisión estatal deportivo DeporTV.

Tras el duro acto de ayer, gobierno nacional se mantuvo en silencio y no emitió ninguna declaración.

En la Plaza de Mayo hubo silbidos, abucheos y graves acusaciones al gobierno por parte de los familiares.

La única voz del gobierno que se refirió al tema ayer fue la del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que habló a primera hora del día, antes de que comenzaran los actos.

El funcionario aseguró que la administración está “colaborando para que la Justicia llegue a las últimas consecuencias” en la investigación.

El secretario de Transporte que ejercía al momento del accidente, Juan Pablo Schiavi, y su antecesor Ricardo Jaime, integran el grupo de 28 acusados que serán juzgados en el juicio oral que determinará las responsabilidades en la tragedia.

También serán juzgados los hermanos Sergio y Mario Roque Cirigliano, directivos de Trenes de Buenos Aires (TBA), la empresa que operaba la concesión de la línea de tren Sarmiento, el maquinista que conducía la formación, Marcos Córdoba, y otros funcionarios y ex funcionarios.

El juez federal Claudio Bonadío elevó la causa a juicio oral cuando faltaban tres días para que se cumpla este viernes el primer aniversario del accidente.

Los familiares de las víctimas denuncian que la tragedia fue consecuencia del mal estado de los trenes, la falta de medidas de seguridad y de control del Estado, que destina millonarios subsidios al sistema ferroviario.

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