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No harán caso a amenazas, dicen huelguistas del Tropicana; insisten en una liquidación justa

Salvador Serna

Los huelguistas del restaurante-bar Tropicana de playa Suave informaron que no cederán en sus pretensiones para hacerse de una justa liquidación y que no atenderán a las advertencias y amenazas de ser despojados del predio.
“Ya tramitamos la demanda de amparo contra futuras acciones emprendidas de los tres ámbitos de gobierno contra los sindicalizados, el derecho de huelga está plenamente configurado y no vamos a caer en el juego de advertencias y amenazas de quien sea” dijo ayer el secretario general de la sección 40 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Raúl Lobato Valdeolivar.
El líder reconoció que hay algunas ofertas de liquidación sobre la mesa pero que ninguna favorece a sus representados, “lo más importante es que encontremos una opción de seguir cubriendo la fuente laboral porque muchos de los sindicalizados ya tienen más de 50 años de edad, entonces todos aquellos interesados en el predio deben ofrecer una opción de trabajo” expresó.
Entrevistados al finalizar una reunión en el interior del obsoleto y abandonado restaurante, el delegado cetemista, Lauro Salinas Nava dijo que “en la oficina de la Semarnat hay un plano donde se ubica al predio como nueva ventana ecológica como un gran andador público con vista al mar porque el de la Semarnat me dijo que son órdenes de Carlos Slim, esto significa que la Semarnat no va a recomponer la concesión y nos va a dejar a todos los huelguistas al garete” señaló tajante.
Finalmente, los huelguistas de la CTM subrayaron que algunos intermediarios del actual subsecretario estatal del Trabajo, Gilberto Cueva Gonzáles, continúan insistiéndoles en que acepten dádivas económicas para que abandonen el predio, cuya anterior concesionaria era la empresaria Emilia Pavón.
“No le vamos hacer caso a los representantes de Gilberto Cueva, ni a nadie. Tenemos casi 30 años de trabajar y vivir aquí, los mejores años de nuestra vida laboral se fueron aquí y no vamos a aceptar bicocas injustas, ahora sobrevivimos vendiendo refrescos y sabritas en la playa”, dijo Salinas Nava.

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