Una mixteca es la primera mujer comandante de la Policía Comunitaria

Zacarías Cervantes

San Luis Acatlán

Ser comandante de la Policía Comunitaria es un reto y un riesgo para las mujeres, “pero el riesgo lo vivimos desde cuando parimos a nuestros hijos, por eso yo no temo”, dijo ayer la primer comandante que en 17 años que lleva la Policía Comunitaria, ha sido electa.
Paula Silva Florentino, mixteca originaria de Buena Vista, de este municipio, fue electa comandante de la Policía Comunitaria entre disimuladas risas burlonas de sus compañeros comunitarios.
Uno de ellos, antes de que se eligiera, pidió: “pero debe ser una mujer sola, porque si no, su marido se va a encelar de que ande entre puros hombres”.
No fue así, la indígena es mujer casada, e inmediatamente después de que recibió el voto unánime de las autoridades comunitarias, dijo que aceptó porque eso es lo que han buscado las mujeres, equidad. Además dijo que, en su caso, ha trabajado mucho por la CRAC y por la Policía Comunitaria y por eso no podría negarse a participar en hoy en ese cargo.
Antes, una compañera suya había declinado participar en la elección, con el argumento de que había trabajado mucho porque se reconociera a la mujer en el sistema comunitario y que ahora ya lo había logrado, y que por eso declinaba por su compañera Paula.
–¿Qué significa para usted ser la primera comandante de la Policía Comunitaria?, –se le preguntó inmediatamente después de tomar protesta.
–Para mí es algo muy importante, es el sueño de nosotras las mujeres que hemos venido trabajando como promotoras de justicia en la CRAC.
“Qué bueno que los compañeros de la mesa hicieron esa propuesta, y sí acepté con orgullo y con la fuerza de muchas compañeras, para ocupar este cargo que se ha dado a una mujer después de 17 años de lucha de la Policía Comunitaria. Yo lo acepto con orgullo porque me gusta”, dijo.
–¿No representa un riesgo para una mujer?
–Sí es un riesgo, pero desde cuando nos decidimos las mujeres a parir también nos arriesgamos, y éste también lo voy a trabajar bien, no importa por los caminos por donde vayamos. Voy a cuidar a mi gente, voy a cuidar a las mujeres y voy a trabajar bien por las mujeres.
–¿Por qué aceptó, qué le motivó a participar en una actividad en la que la mayoría son hombres?
–Acepté, primero porque quizá no hay otras compañeras que quisieran ocupar este cargo, pero también, ya lo dije, porque me gusta y quiero servir.