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Pugna el obispo Raúl Vera por una Iglesia más valiente y cercana a las iglesias locales

Agencia Reforma

Ciudad de México

El obispo Raúl Vera, sacerdote y defensor de los derechos humanos, pugnó por una Iglesia católica más libre, más valiente y más cercana a las iglesias locales.
Luego de recibir un homenaje en el que sindicatos, organizaciones e integrantes de la sociedad civil reconocieron sus 25 años de sacerdocio y lucha en favor de los derechos humanos, el obispo de Saltillo declaró que ante la renuncia del Papa la Iglesia debe cambiar su perfil y decir las cosas de manera directa.
Consideró que el nuevo pontificado debe estar marcado por un perfil evangélico no sólo del Sumo Pontífice sino también de todos los obispos.
“Para cumplir con este perfil evangélico el Papa debe encontrar la manera de sobrepasar los amarres que de alguna manera…esto es un poco difícil decirlo pero, vaya, que la Iglesia tenga más libertad y más valentía en el mundo”, declaró.
Además pidió que se dé a los obispos y sacerdotes más libertad para defender a los pobres y dijo que el lugar más seguro para conocer y defender el Evangelio es junto a ellos.
“Que nos den mucha más libertad para defender a los pobres, mucha más libertad, la Iglesia tiene que adquirir un perfil más libre y tiene que decir de manera más directa las cosas”, afirmó.
Al indicar que la Iglesia católica debe recuperar la dimensión ética y separarse del poder, consideró necesario que el nuevo Papa incorpore a su gobierno la voz de las iglesias locales para tener más cercanía con los obispos locales.
“Que el Papa pensara cómo incorporar a sus decisiones de gobierno a las Iglesias del mundo para dar una guía muy cercana. De alguna manera tiene que incorporar a su modo de gobierno estos organismos de carácter regional o continental para que el Santo Padre pueda acercarse de un modo más efectivo a las iglesias locales”, estimó.
Ante trabajadores sindicalizados, integrantes del pueblo de Atenco, sobrevivientes de la masacre de Chalco y defensores de derechos humanos, el obispo declaró que el homenaje sólo le recuerda lo que aún falta en la lucha contra las injusticias sociales.
“No somos unos cuantos y no estamos aislados. Quienes estamos aquí es porque nos las hemos pasado duras, hemos experimentado la irracionalidad, el absurdo y la deshumanización”, dijo.
Vera llamó a reflexionar sobre el contexto de violencia actual y dijo que la fuerza para transformar la historia está en el sentido común y ético y en el respeto a la justicia y la dignidad humana.
“Todos deberíamos ser más sensibles, es anormal que una persona mate a otra, es anormal que una persona explote a otra. ¿A quién se le ocurre lavar dinero para corromper a otros? eso tiene que ser una enfermedad”, cuestionó el prelado.

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