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Alerta el Instituto Nacional de Pediatría sobre el aumento de obesidad en menores de 5 años

Natalia Vitela / Agencia Reforma

Ciudad de México

En el país, la obesidad comienza cada vez más temprano sin que el Gobierno implemente una política de atención al problema, acusó Arturo Perea, coordinador de la Clínica de Obesidad y Clínica para Adolescente del Instituto Nacional de Pediatría.
Entre 1988 y 2012 los niños menores de 5 años con sobrepeso y obesidad pasaron de 7.8 por ciento a 9.7 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012.
“Eso habla de que las medidas de prevención deben ser todavía más tempranas”, señaló.
Dijo que la prevención debe enfocarse a la mujer en edad fértil y a la mujer embarazada.
“Hoy tenemos una gran ola de obesos, ya viene la segunda ola, pero ésta es una ola mayúscula porque ellos empezaron su obesidad antes. Cada día empiezan a más temprana edad y eso hace riesgo de que sean obesos para siempre con complicaciones más tempranas”, alertó el también miembro de la Academia Mexicana de Pediatría.
Para Julieta Ponce, titular del Centro de Orientación Alimentaria, institución que forma parte de la Alianza por la Salud Alimentaria, esta situación revela que la política del Estado ha desprotegido a la población más vulnerable del País.
“La política dejó desprotegidos por completo a los que menos tienen la oportunidad de auto tutelarse su derecho a la vida y su derecho a la alimentación.
“Esta ausencia de política pública a los únicos que ha beneficiado es a los intereses de las empresas particulares de la industria alimentaria de alimentos ultra procesados y de la industria farmacéutica”, explicó.
Ponce aseguró que esto demuestra que no ha habido voluntad política para prevenir la obesidad.
Por otra parte, según el texto Obesidad en México. Recomendaciones para una Política de Estado, elaborado por especialistas de la Academia Nacional de Medicina y la UNAM, si la obesidad se detecta en la edad preescolar o en la escolar, el riesgo de que ésta persista en la adultez es de alrededor del 33 por ciento, y del 50 por ciento  respectivamente.
Falta de lactancia y sobrepeso

La ausencia de lactancia materna aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades coronarias, así como males gastrointestinales y alergias, señaló Xaviera Cabada, coordinadora del área de salud alimentaria del Poder del Consumidor.
“Los niños que se alimentaron los primeros seis meses con lactancia exclusiva tienen 30 por ciento menos posibilidades de presentar obesidad”, afirmó.
Explicó que en el país se ha reducido el porcentaje de las mujeres que amamantan a sus bebés, pasando de 22.3 a 14.4 por ciento.
En comparación con la situación internacional, México presenta el mejor índice de lactancia materna exclusiva (primeros seis meses de vida) en toda América Latina y presenta uno de los más bajos a escala mundial.
Datos recientes han demostrado la crítica situación que sucede en México con respecto a la lactancia materna.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición 2012 se observa que el porcentaje de las mujeres que no amamantan es de 85.6 por ciento quedando sólo un 14.4 por ciento que amamantan a sus hijos de forma exclusiva los primeros seis meses de vida.
Según el documento La alimentación industrializada del lactante y el niño pequeño, elaborado por la organización no gubernamental, un bebé que no es amamantado tiene una mayor probabilidad de morir y, dependiendo del ambiente en el que se encuentre, aumenta este riesgo.
Además, los menores en esta situación tienen una mayor probabilidad de muerte súbita.
“Se ha observado que los bebés que no son amamantados padecen de mayores enfermedades gastrointestinales, diarreas, infecciones como neumonía, bronquitis, tuberculosis, otitis media, alergias; además de estar más propensos a desarrollar enfermedades autoinmunes”, indicó.
De acuerdo con el estudio de la ONG, cuando la madre no amamanta, tiene mayor probabilidad a padecer cáncer ovárico y de mama.
Además, una madre que no amamantó, tiene mayor probabilidad a padecer sobrepeso u obesidad.
“También tardará más tiempo a que el cuerpo se recupere; el útero tarda más en regresar a su tamaño normal”, indica el documento.

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