Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Solís Heredia

CANAL PRIVADO

* Lazy politics

El México de la alternancia democrática sigue siendo la realidad cultural aquella del viejo régimen, la que miraban intelectuales y políticos desde las naciones avanzadas con añeja historia democrática, con ojos de aidontguetit, o juatdefoc?, de gente de fuera que nos miraba con cara de “¡qué pachecos!”.
Esa realidad en la que, decíamos y decimos, que la obra del mismísimo Kafka, con la pena, pero aquí no sería surrealista sino costumbrista.
Así na’ más pa´brir boca, the big picture: un ex gober priísta, gober de las izquierdas; un ex gober perredista candidateando de nuevo la alcaldía acapulqueña, pero ahora como panista; el hijo de un ex gober priísta, difamando en Facebook a un ex candidato a gober priísta y alcalde porteño (por segunda vez); un ex priísta y un ex… panista?, agarrados de la greña por la fórmula perredista al Senado… y ya pa’ qué le sigo, si ya saben de lo que hablo.
¿A poco no está de a-ver-pérenme-tantito, me-lo-puede-repetir, porfa?
Pero lo mejor, la paradoja surrealista de la realidad mexicana de estos días: los candidatos de la fórmula priísta al Senado, convocando a la unidad partidista y prometiendo una campaña de propuestas, sin agresiones ni guerra sucia, alrededor de un proyecto de Nación; mientras que los precandidatos de las izquierdas al Senado, congresos y alcaldías, dándose hasta por debajo entre ellos mismos.
Y no porque le crea uno mucho a los priístas, na’ más porque lo digan con discursos bonitos, pero sería bueno que convirtieran palabras en hechos y promesas en constancias sonantes.
Capacidad, experiencia e inteligencia no les falta a ninguno de los dos. René Juárez, profundo conocedor de los problemas reales de Guerrero, político con experiencia de mil batallas; Claudia Ruiz Massieu, política joven, preparada y estudiosa, con experiencia legislativa, deseosa de probar estirpe y arraigo.
Por eso, sería bueno que se fajaran pantalón y falda, para demostrar unidad, proyecto, compromiso e identidad partidista, para la reconstrucción de un nuevo PRI, capaz de reivindicarse democráticamente.
Estoy seguro de que el camino hacia la modernización de la ideología priísta y la legitimización de un posible regreso al poder, lo encontrarán cuando sus candidatos sean capaces de ganar elecciones, convenciendo al electorado.
Y tampoco se asusta uno fácil con mitotes como los de los pre candidatos perredistas, pero sería bueno que se avisparan y aplicaran, porque sé y me consta que en el PRD se perfilan algunos aspirantes que tienen con qué, experiencia, inteligencia, preparación, capacidad y compromiso, para anteponer vocación, servicio y oficio, a sus ambiciones y conflictos personales.
Por eso, sería bueno que se fajaran los pantalones y las faldas, para demostrar compromiso, responsabilidad, vocación y estatura de izquierdas democráticas. Estoy seguro de que el PRD podrá reivindicar sus luchas opositoras, cuando sus candidatos y sus gobiernos convenzan a electores y ciudadanos.
Por todo lo anterior, sería bueno, excelente diría yo, que priístas, perredistas y panistas, y partidos que los acompañan, demostraran consenso y compromiso con dos causas comunes: elevar el debate electoral y dignificar la política partidista.
Sería mejor que todos, partidos, candidatos y ciudadanos, aceptáramos y entendiéramos que la descalificación, la calumnia, la mentira, el engaño y el ataque, sólo degradan la política y cancelan el debate democrático.
“Lazy politics”, le llaman los políticos en Washington al recurso de la descalificación del adversario y la guerra sucia en las elecciones, porque de esa manera eluden la construcción articulada de proyectos serios y responsables, se ahorran el esfuerzo de argumentar con ideas el debate, y evitan el compromiso de convencer al electorado.
La lucha democrática busca la elección de los mejores candidatos a gobiernos y representantes populares; la grilla de siempre, se conforma con elegir a los menos peores.

[email protected]

468 ad