Golpearon y les sembraron evidencias a policías municipales de Apaxtla acusados de emboscar a agentes estatales, denuncian

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Las esposas de cuatro de los cinco policías municipales detenidos en Apaxtla de Castrejón acusados del asesinato de los nueve agentes de la Policía Estatal Preventiva en una emboscada el 5 de febrero, presentaron ayer una queja ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), por maltrato físico durante su detención y aseguran que son inocentes.
El 5 de febrero fueron asesinados nueve policías preventivos por un comando de sicarios en un camino de terracería en la comunidad de Tepoxtepec, enclavada en la zona serrana a del municipio de Apaxtla de Castrejón. El ataque fue confirmado por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
El 8 de febrero fueron detenidos por policías estatales cinco policías municipales de la comunidad de Tepoztepec a los que acusan de participar en dicha emboscada.
Las esposas de Agustín Guadarrama Arteaga, Saúl Mesino Parra, Francisco Jiménez, Vladimir Palacios Ocampo, cuatro de los municipales detenidos, quienes se encuentran ya en el reclusorio de la capital del estado, aseguraron que sus esposos son inocentes.
“Queremos que se haga justicia para nuestros maridos, no es posible lo que les han hecho; ellos están sufriendo en Chilpancingo, queremos que nos ayude”, exigió la esposa de uno de los policías, Isabel Arteaga Trujillo mientras cargaba a su hijo de 7 meses.
Explicó que los policías ministeriales les pusieron una trampa y les “sembraron” evidencia en su patrulla, colocando dos granadas de fragmentación.
Reiteraron durante la conferencia atropellada realizada en las instalaciones de la Codehum, que los cinco policías municipales detenidos son inocentes y sufrieron de serios golpes durante su detención.
Por su parte Iveth Cuevas Bustamante explicó que al momento de la detención de los cinco elementos no se informó a los familiares sobre el hecho y los detenidos fueron trasladados de manera inmediata al reclusorio de Chilpancingo.
“Ellos iban a acompañando a trabajadores del Ministerio Público, quienes realizaban una diligencia, y los agarraron como sospechoso de lo que paso ese día”, reiteró.
Dijo que los policías fueron detenidos desde el 5 de febrero, y ellos cinco eran los únicos que estaban trabajando el día que se suscitó la embocada y acudieron al llamado del Ministerio Público.
Reiteró que las supuestas granadas fueron encontradas en la patrulla de los agentes municipales, pero aseguró que ellos no portan ese tipo de artefacto.
Las esposas indignadas y visiblemente afectadas presentaron la denuncia ante el presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, quien designo a Reyna Santos de Jesús como la encargada de la revisión del caso y para hoy se presentará el médico legista en el reclusorio para levantar el acta de las lesiones de los cinco policías.
“Queremos a nuestros maridos, ellos son inocentes, queremos que se haga justicia”, explicó Gabriela Vargas Mendoza.
Señaló que los policías municipales no sabían por qué los habían detenido y trasladado al reclusorio capitalino, ya después fueron informados sobre la supuesta posesión de dos granadas.
Dijo que los policías pensaban que saldrían rápido porque son inocentes, pero el caso ya fue abierto y les informaron que el procedimiento tardara mínimo un año.
Resaltó que los policías fueron golpeados de manera violenta y fueron “tratados como asesinos” sin que todavía se confirmara que ellos eran los responsables de las nueve muertes .
Las esposas exigieron que se esclarezca el caso y confirmaron que actualmente siguen recibiendo el sueldo de sus maridos como apoyo otorgado por el presidente municipal de Apalxtla de Castrejón, Efraín Peña Dámaso, además que también se les apoyo con el abogado para los cinco detenidos.
Una de las esposas dijo que el presidente municipal esta preocupado porque se aclare que los agentes municipales son inocentes.