Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

La mano tras la autodefensa es el crimen y la ineficacia de la policía, responde Cirino Plácido

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El consejero de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Cirino Plácido Valerio dijo ayer que en todo caso, la mano negra que está moviendo la cuna en el caso del movimiento de autodefensa es el crimen organizado y algunas corporaciones policiacas que no han hecho bien su trabajo.
Y luego advirtió que las declaraciones del comandante de la Novena Región Militar, Genaro Lozano Espinoza, “denotan un tono amenazante, pero agregó que antes de iniciar un ataque hacia el sistema de organización de las comunidades indígenas deben analizar muy bien lo que harán”.
El hermano del dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, que promueve el movimiento de autodefensa, respondió así al comandante de la Novena Región Militar, Lozano Espinoza, quien el miércoles declaró en Acapulco que
detrás de los movimientos de autodefensa surgidos en Ayutla, Tecoanapa y San Marcos, hasta el de Coyuca de Benítez y Acapulco “hay una mano que está moviendo la cuna”.
Cirino dijo que, efectivamente, en cada proceso alternativo que se genera en la sociedad, “siempre existen manos interesadas en destruirlos, ya que generalmente se contraponen a la dinámica de los grupos de poder tradicionales”.
Citó como ejemplo las experiencias de San Juan Coapala, estado de Oaxaca, donde se declaró un municipio autónomo y hubo grupos financiados por el ex gobernador José Murat Casab para propiciar la confrontación interna.
Y luego dijo: “está visto que la mafia o la delincuencia siempre son elementos que sirven para generar conflictos desde adentro de los movimientos, y agregó que en este caso el Ejército no puede negar que se ha encargado de entrenar paramilitares en diferentes partes del país, como una forma para que no salgan manchados”.
Cirino Plácido Valerio agregó que actualmente la “embestida oficial” en contra de la CRAC y de los grupos de autodefensa de la UPOEG se debe a los resultados que han logrado en contra de la delincuencia, pues dijo que en toda la zona de la Costa Chica los delitos han bajado visiblemente.
Y concretamente a las declaraciones del general insistió: “si en algún lado hay mano negra, es muy claro que en el crimen organizado y en algunas corporaciones policíacas. No hay que olvidar que en muchos lugares han aparecido narcomantas en donde ellos denuncian a jefes militares coludidos con la delincuencia”, acusó.
Pero agregó que en el caso de la CRAC y la UPOEG representan procesos de defensa vecinal “que surgieron a la luz de la opinión pública, sin ocultar información ni moviéndose dentro de la clandestinidad”.
Dijo también que en cada actividad “que hemos hecho siempre hay gente del gobierno del estado, no dudamos que nos hayan infiltrado y sin embargo no tenemos nada qué esconder, porque la Policía Comunitaria no depende del Ejército ni del narcotráfico, nosotros somos promotores del bien común”, aseguró.
Por eso dijo que las declaraciones del comandante de la Novena Región Militar “denotan un tono amenazante”, pero destacó que “antes de iniciar un ataque hacia el sistema de organización de las comunidades indígenas deben analizar muy bien lo que harán”.
Asimismo, agregó que “ellos (los militares) están haciendo un papel policiaco cuando no es su función, y que las autoridades civiles federales le dan mal uso a una institución armada que se creó para resguardar la soberanía nacional”.
Indicó que si esas declaraciones son un aviso para desaparecer a las policías comunitarias, “es un error”.
Dijo que “nosotros no estamos en la posición de atacar a nadie, en todo caso estamos dispuestos a acompañar estos procesos para garantizar que se encaucen adecuadamente”.
Y manifestó que si los grupos de autodefensa que surgen en otras partes del país tienen deficiencias, “nosotros con mucho gusto podemos acompañar para definir un camino común, no vamos a proceder de manera egoísta, mezquina ni con envidias”.
Placido Valerio terminó que el surgimiento de los grupos de defensa civiles tiene su origen en la desesperación de la gente por el avance incontrolable de la delincuencia, y que a los ciudadanos, tras varios años de pedir auxilio, no les quedó más opción que recurrir a la organización social, “de lo contrario seguiríamos sometidos al capricho e interés de unos cuantos”.

468 ad