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Se pronuncian los pueblos en autodefensa por el impulso al cuarto orden de gobierno

Zacarías Cervantes

Ayutla

Habitantes de pueblos de la Costa Chica, La Montaña, Acapulco y zona Centro del estado que respaldan el movimiento de autodefensa en contra de la delincuencia organizada se pronunciaron ayer aquí por promover, impulsar y aplicar el Cuarto Orden de Gobierno, que significa el poder del pueblo para la toma de decisiones en su propio beneficio.
El acuerdo se tomó durante el foro estatal denominado La comunidad para el cuarto orden de gobierno, que se realizó ayer en las instalaciones de la Unidad Deportiva de esta cabecera municipal, después de una marcha en la que participaron de entre mil 500 y 2 mil gentes.
Asimismo, entre los resolutivos del citado foro se encuentra el emplazamiento a la Comisión para la Armonía y el Desarrollo de los Pueblos Indígenas “para iniciar con nosotros un diálogo franco, incluyente y productivo y sobre todo sin ningún atisbo de algún tipo de maniobra o sometimiento”.
Mientras tanto, en el pronunciamiento, los asistentes a dicho foro, integrantes del movimiento de autodefensa, de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), así como representantes de pueblos que quieren integrante al movimiento, se comprometieron “a no cejar en nuestro empeño de lograr la paz y el pleno desarrollo para todos nuestros pueblos.
En este foro que comenzó después del mediodía en una repleta cancha techada de la Unidad Deportiva de esta ciudad, participaron como ponentes el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Raúl Olmedo Carranza, quien disertó el tema: Las presidencias de comunidad y la organización vecinal como expresión del cuarto orden de gobierno.
Asimismo, el dirigente político fundador de los partidos políticos ya desaparecidos, Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (FCRN), Rafael Aguilar Talamantes, disertó sobre el tema El Marco constitucional y la reforma necesaria.
El primero, expuso que desde hace 17 años él escribió un libro que habla del cuarto nivel de gobierno como una forma de democratizar la participación ciudadana en todas las actividades. Sin embargo explicó que no se ha logrado porque no ha habido una presión por parte de la sociedad, como ahora sí lo están haciendo los integrantes del movimiento de autodefensa en la región de la Costa Chica de Guerrero en el rubro de la violencia y la inseguridad.
“La policía comunitaria (llamó así a los civiles armados que participan en el movimiento de autodefensa), es el germen para lograr ser autosuficientes también en otras actividades”, dijo el académico.
Y agregó que los gobiernos no promueven el cuarto orden de gobierno “porque le tienen miedo al pueblo, creen que, después se va a poner exigente con los gobiernos municipales o con el estatal, o, incluso, que los van a rebasar”, expuso el ponente.
Sin embargo azuzó a los asistentes a dicho foro para exigir al gobierno a que se anime a crear el cuarto orden de gobierno y que promueva una reforma constitucional para lograrlo.
“Hay que dar mas lata y hacer más presión, más fuerza”, aconsejó el universitario de la UNAM a los cientos de ciudadanos, entre ellos civiles armados, miembros del movimiento de autodefensa.
El otro ponente, Rafael Aguilar Talamantes dijo a los integrantes del movimiento de autodefensa que “es importante que se apropien de la idea de que tienen razón para que ningún maledicente les diga que están violando la ley y los haga titubear en su lucha”.
Les dijo que el pueblo tiene en todo momento la facultad de alterar la forma de su gobierno, “porque es el pueblo el que manda”.
Aguilar Talamantes, dijo que las criticas que ha recibido el movimiento en estos momentos tienden a ubicarlos en la ilegalidad, “pero lo cierto es que el movimiento tiene prendidas a las comunidades y es una lucha que tiene el sustento jurídico constitucional”, manifestó.
El también ex candidato a la presidencia del país por el FCRN, dijo que para lograr que se instaure el cuarto orden de gobierno, solamente hace falta que el pueblo se ponga de pie y asuma su responsabilidad de ejercer a plenitud su poder”.
Talamantes terminó su intervención con una aseveración: “ustedes no sólo tienen la razón, sino todo el derecho y el poder, pero tienen que ejercerlo”. Asimismo les dijo que “el gran escándalo que ustedes (los del movimiento de autodefensa) están armando a nivel nacional es porque poderosos intereses del país tienen miedo de que ustedes recuperen su poder”.
Al final de dicho foro, el encargado de dar a conocer el pronunciamiento que después se convirtieron en resolutivos, Ramón Gracida, denunció que en la zona de la Costa Chica, los ciudadanos no solamente tienen que afrontar el problema de la violencia, sino, también, el problema de la “violencia de la pobreza”, para lo cual, les dijo, también tienen que recuperar el cuarto orden de gobierno para salir de este atraso.
“No hay nada más violento en este país que ser pobres, porque ser pobres significa encarar el sufrimiento, vivir todos los días con la angustia de no tener un camino cierto, de no saber qué va a pasar en el futuro con nosotros”, dijo.
Y agregó que esa violencia también tenemos que combatirla”, instó y añadió que hoy “tenemos la capacidad suficiente para que no sólo luchemos en contra de la delincuencia, sino para que empecemos a luchar ya para que en este país se acabe tanta desigualdad y para que se acabe la pobreza”.
Al final, el mismo Ramón Gracida dio a conocer el pronunciamiento del citado Foro.
Del documento se responsabiliza la “red de colectivos comunitarios”, en el contexto “del asentamiento de cárteles del crimen organizado en la geografía y el tejido social de la región”.
En el documento se argumenta que por lo anterior el 4 de enero “detonó un genuino movimiento ciudadano por la autodefensa que, además de enfrentar el desafío de combatir la delincuencia, ha venido resistiendo a formas muy diversas de presión que provenientes de las autoridades tratan de deslegitimar y arrinconar en la ilegalidad las distintas maneras de organización que las comunidades del sureste del estado de Guerrero vienen asumiendo para protegerse de los transgresores de la sociedad y para ser promotores de su propio desarrollo”.
Asimismo, agrega que “la indefensión absoluta de la ciudadanía ante la criminalidad por la falta de funcionamiento real de las autoridades en su responsabilidad de impartición y procuración de justicia, no es un asunto solo de incapacidad y vacío de poder para decidir y hacer cumplir las leyes relacionadas con la seguridad ciudadana, sino de la gravísima perversión de quienes al administrar con perversión las instituciones del estado, conviven con los poderes fácticos delincuenciales”.
El pronunciamiento expresa que la degradación institucional, “que incluye la que atraviesa a los partidos políticos, es consecuencia directa por la tenue línea que no siempre separa a la clase política  de la delincuencia organizada”.
Y añade que “esta suerte de confabulación entre los poderes institucionales con quienes se dedican a delinquir, es la que hace posible sin recato alguno, el saqueamiento de los bienes nacionales, el endeudamiento grosero de los estados y los ayuntamientos, y el incumplimiento de la función esencial de todo estado que es la tarea de garantizar la seguridad al conjunto de la sociedad”.
Expone que la delincuencia junto con la pobreza, el hambre y la marginación, “son lastres derivados del actual sistema socioeconómico y político que privilegia el interés de unos cuantos a costa de envilecer a las mayorías”.
Y explica que es por eso que la propuesta de desarrollo del movimiento no se reduce a un listado de obras prioritarias, “sino a un tratamiento integral que pasa por el empoderamiento de la comunidad para desarrollar acciones dirigidas a incidir en los factores que condicionan su vida, a partir de un análisis participativo de sus problemas y oportunidades, que aterricen en un plan de desarrollo regional integral”.
Para ello el movimiento propone fortalecer la participación social desde las comunidades, y que es movimiento fortalezca, también, las figuras de participación ciudadanas mediante el plebiscito, referéndum, iniciativa popular legislativa, consulta ciudadana, colaboración ciudadana, rendición de cuentas, audiencias públicas y asambleas ciudadanas.
“Se trata de una transformación estructural de la política, del gobierno y de la administración pública que ponga en el centro la democracia participativa”, dicen los acuerdos.
En este contexto el pronunciamiento que surgió de este foro es en el sentido de que “es la hora de los ciudadanos participativos, conscientes y autónomos del estado, que deben hacer por sí mismos y de manera organizada lo que el estado no ha podido hacer  por ellos”.
El manifiesto agrega, asimismo, que “de frente a la atomización de las comunidades  en el entramado regional y al aislamiento del ciudadano que propicia la democracia electoral, es hora de la democracia participativa. Ese es el significado del estruendo resurgiendo desde el sur, para que lo escuche claro toda la nación”.
Finalmente los asistentes al foro aprobaron como resolutivo emplazar a la Comisión por la Armonía y el Desarrollo de los Pueblos Indígenas “iniciar ya con nosotros un diálogo franco, incluyente y productivo y, sobre todo, sin ningún atisbo de algún tipo de maniobra o sometimiento”.
También, como parte de los acuerdos de los pueblos que se reunieron ayer aquí, está el compromiso de “no cejar en nuestro empeño de lograr la paz y el pleno desarrollo para todos nuestros pueblos”.

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