Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Anituy Rebolledo Ayerdi

En chino, la vialidad porteña

La nada

No es verdad, está en japonés y se trata del diagnóstico sobre la vialidad de Acapulco dictado por el experto Ikuro Yogo. Lo ejecutó a finales de 2009 cuando viajó al puerto como voluntario de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).Un estudio cuya suerte no fue diferente a la de miles que se han realizado aquí sobre esto y aquello: la nada, pues.

Hugo Arizmendi

El diagnóstico del nipón Yogo está contenido en unas 20 cuartillas que no llegaron volando a nuestra mesa de trabajo. Las entregó el ingeniero politécnico Hugo Arizmendi Vázquez, joven profesional acapulqueño de muchos y variados talentos. No obstante que su comentario fue un contundente “¡ajeno y superficial”!, hoy lo traemos a nuestros lector@s por dos razones: Una, porque nos parece interesante, cuando no sorprendente que alguien de tan lejanas tierras se interese en la solución de nuestros viejos problemas. Y dos, porque como dice el propio autor: &#¿’!”#$%&/=*+})=?¡, o sea, aquí todo nos vale madres.

El tren, la solución

Lo primero que sorprende al señor Yogo al entrar a la ciudad es la enorme cantidad de autos que ocupan sus calles, hecho que da como el origen de la vialidad caótica que vive Acapulco. No propone ninguna solución mediante el ordenamiento vial porque, afirma, este ya quedó rebasado “hace tal vez diez o más años”. Recomienda, por ello, medidas radicales, complejas y costosas. Entre ellas un ferry del malecón a Puerto Marqués y, más a fondo, el tren subterráneo. Desecha por completo los segundos pisos porque, estima, además de incentivar el uso del automóvil, terminan casi siempre en cuellos de botella. Y por si fuera poco aumentan las emisiones de carbono, ruido y vibraciones.

¿Libre circulación?

No entiendo –reflexiona el hombre– por qué a los habitantes de Acapulco se les niega el derecho de circular libremente por las calles sin ser insultados, agredidos. Los peatones se arriesgan temerariamente para cruzar una avenida estando las banquetas bloqueadas por autos o vendedores callejeros. “Comprendo entonces que al peatón tenga que tomar un taxi a la mitad de la calle, aturdido por una demencial sinfonía de claxonazos. Y, en ese mismo sentido, entiendo las actitudes antisociales de los conductores de taxis y urbanos en reacción a la explotación de que son víctimas por parte de sus patrones y agentes viales. ¿Qué les queda?: bloquear las calles como única forma de reivindicación social.
No obstante venir de tan lejos, el experto nipón no ignora que el Reglamento de Tránsito de Acapulco fue fraguado por unas cuantas mentes (zafias, algunas, interesadas otras). Es decir, no sólo se dictan a espaldas de los habitantes sino como castigos ineluctables para la mayoría. Propone por ello que la revisión y enmiendas de tal documento vial se haga regularmente con la participación directa de la ciudadanía. Son los automovilistas, los choferes del servicio público y la gente de a pie quienes mejor conocen los problemas viales de la ciudad y no obstante son los grandes ignorados, apunta el experto japonés.
Pide él mismo que se haga conciencia del ciudadano que salir a la calle no significa un acto de violencia, en el que abunden las agresiones verbales entre conductores o las reciba él mismo al cruzar mal una arteria. Conciencia de que sus vidas estarán impunemente en manos de aquellos que, frente a cualquier desgracia, contarán siempre con la protección de las autoridades venales.

Costumbre curiosa

He notado en Acapulco –escribe–, una costumbre muy curiosa: aunque el semáforo esté en alto siempre hay vuelta para los autos a la derecha. Costumbre que debe eliminarse porque aumenta el caos vial y pone en peligro la vida de los transeúntes, particularmente de los niños. Niños confundidos porque en la escuela se les ha enseñado que el rojo del semáforo significa alto total.

Los 40 segundos

Advierte el señor Yogo que en todas las ciudades del mundo existe una regla vial no observada en Acapulco. Se refiere a los semáforos instalados en cruceros con gran afluencia peatonal, sin importar el número de vialidades que en él concurran. Todos ellos se ponen en alto por cuarenta segundos para dar paso a los peatones en todas las direcciones. Propone que tal medida se aplique en varios cruces del puerto y entre ellos los siguientes: Cuauhtémoc y Wilfrido Massieu; Costera y Gómez Morín y Cuauhtémoc y Costera.

Escolares

“En Japón, los niños van caminando en grupos cuando la escuela les queda cerca. Otros usan el transporte escolar pero éste nunca se estaciona frente a la institución. En Acapulco sucede lo contrario, los padres de familia insisten en depositar a sus hijos justo en la entrada de la escuela a costa del caos vial que provocan.
“Entiendo que en Acapulco los padres tengan temor de que sus hijos sean secuestrados, sobre todo los que asisten a escuelas privadas. A este respecto quiero mencionar el esfuerzo de los directivos del colegio La Paz, en Hornos Insurgentes, donde todo el personal participa en la recepción y despedida de los niños. Es algo que otras escuelas deberían imitar”.
“Acapulco tiene la talla de una gran ciudad y por ello no pueden autorizarse la apertura de establecimientos comerciales o escolares sin la exigencia de estacionamientos adecuados a sus necesidades”.

Las horas pico

Algunas recomendaciones del señor Ikuro Yogo:
1) Taxis, colectivos y camiones deben circular libremente por la derecha.
2) Debe prohibirse la circulación durante las horas pico de camiones repartidores, tráilers, revolvedoras y toda clase de vehículos pesados. Si por alguna razón estos necesitan circular en tales horas, deberán recabar un autorización de Tránsito mediante una cuota razonable.
3) He observado a trabajadores del municipio realizando diversas actividades en la Costera –barriendo, podando, regando el césped–, todo ello en horas pico. Lo recomendable sería que tales operaciones se hicieran por la noche.
4) Colocar agentes viales capacitados en cruceros conflictivos, particularmente durante las mencionadas horas pico. Su tarea principal será la de controlar a los vehículos que aun teniendo la luz verde carecen de espacio suficiente para avanzar a la siguiente cuadra, bloqueado de esa manera el arroyo transversal. No pocos urbaneros disfrutan incluso de tal caos.
5) Sería bueno que los acapulqueños supieran esto: en todas las ciudades del mundo, las avenidas tienen prioridad sobre las calles primarias y las calles primarias sobre las secundarias. También, que en cruceros de calles equivalentes siempre tiene prioridad de paso el conductor de la derecha.

Los arrastres

Vale más que el señor Yogo no vuelva al puerto porque aquí lo estará esperando una denuncia penal por difamación e incluso una reclamación diplomática en la embajada de Japón. ¿Cómo es que se atrevió a decir esto?: “Es conocida la costumbre de que tanto los oficiales de Tránsito como los operadores de las grúas, se dejan sobornar cuando levantan autos mal estacionados”. ¡ Ay, cabrón!
Para evitar este problema –sugiere el atrevido– el servicio de grúas debe concesionarse a particulares. La misión del agente vial quedará entonces constreñida a la pega de una calcomanía en el auto mal estacionado, tocando levantarlo al servicio concesionado.

Señalamientos

Durante mi estancia en Acapulco noté que los señalamientos viales se concentran únicamente en la Costera, mientras que se carecen de ellos en el resto de la ciudad. Discos en las banquetas, letreros sobre el pavimento y todas aquellas convenciones internacionales que ayuden a comprender la dinámica de la vialidad. Las señales ayudan a evitar accidentes y a mejorar la circulación vehicular.
Algunas señales internacionales que deben aparecer en toda la ciudad:
a) Rayas de zebra, en pintura fosforescente, para indicar el cruce de peatones. Particularmente en avenidas con cuadras muy largas.
b) Raya blanca perpendicular antes de las rayas de zebra, para indicar a los conductores que ahí deben parar.
c) Flechas blancas sobre el pavimento para indicar el sentido de la circulación, así como el límite de velocidad
d) En las calles estrechas de doble sentido es mejor no poner raya en medio. En Japón , los conductores tienden a acelerar en arterias asi señaladas.
e) Las líneas continuas en una avenida indican que no se debe dar vuelta en “U”. La palabra alto debe pintarse sobre el pavimento en un crucero cuya calle no tenga preferencia.

Semáforos y topes

“El Reglamento de Tránsito de Acapulco contraviene una convención internacional respecto del orden de los colores en los semáforos. Este debe ser, de izquierda a derecha, verde, ambar y rojo, con este último colocado siempre hacia el centro de la calle o avenida. Si el semáforo es vertical, el rojo debe estar hasta abajo, en el centro de la visión de los conductores. Los semáforos para peatones no deben faltar en las grandes avenidas”.
Los reductores de velocidad o topes no deben ser tan voluminosos porque dañan a los autos bajos. Además, es necesario eliminar muchos de ellos que abundan en la ciudad y que no son necesarios. Deben, por lo demás, pintarse con rayas cebra en color blanco.

Parquímetros

En Japón como en otras ciudades tiende a desaparecer el uso de los parquímetros, por muchas razones y una de ellas porque a los conductores les irrita cubrir esa cuota. En Acapulco podría contarse con el auxilio de los “viene viene”, para que sean ellos, mediante una remuneración, los que exijan monedas suficientes a los dueños de autos.

Taxistas abusivos

Es imperioso –recomienda el señor Yogo– reducir el número de taxis y camiones urbanos porque son causantes del caos vial cotidiano. Junto con la fama ya legendaria, Acapulco la tiene en todo el mundo por los abusos de los taxistas contra los turistas. Es pues, necesario que las autoridades ofrezcan al turismo internacional un transporte que lo invite a regresar. Algunas recomendaciones:
1) Los taxis deben funcionar con taxímetro (resulta increíble que los taxis de Acapulco sean más caros que en la ciudad de México).
2) Todas las unidades de transporte público deberían tener aire acondicionado.
3) Los autobuses tendrán prioridad para circular por la derecha y sus paradas deben estar a 30 metros de la esquina siguiente. Nunca deben hacer parada en las esquinas de cruceros.
4) Los sitios de taxis deben ocupar un estacionamiento propio, nunca espacios en las vialidades.

Infracciones

En países como Japón se ha visto que hacer efectivas las infracciones es mejor estrategia para controlar el caos vial y no confiar en la educación vial de los conductores. Educación que en Acapulco parece inexistente.

Observación final

Quiero finalmente hacer una observación muy delicada, porque se puede tomar como un agresión de mi parte en contra de la cultura de Acapulco y de México en general. Pido disculpas de antemano, pero pienso que es importante considerar lo que aquí digo.

No hay fijón

No hay fijón, mi chale. Por el contrario, se agradece el interés de alguien tan lejano por los problemas torales de Acapulco.
Sayonara

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