Muestran la cultura judía en festival de cine organizado por el Ayuntamiento

Aurélie Daly

El decimo Festival Internacional de Cine Judío (FICJ) se inauguró con una proyección en el Zócalo la noche del martes.
El director operativo del FICJ, Isidoro Hamui, explicó, en entrevista, cómo surgió la idea de incluir a Acapulco como extensión del festival este año.
“La directora de desarrollo institucional, Xenia Linares es acapulqueña; ella tuvo la idea de llevar el festival en Acapulco. Somos una asociación civil así que funcionamos con apoyos gubernamentales y donativos. Recibimos el apoyo del gobierno (de Guerrero), del ayuntamiento (de Acapulco), del Instituto Guerrerense de la Cultura, de la Secretaría de Turismo y de la Secretaría de Desarrollo Social”, detalló.
El director del festival desde hace cinco meses explicó cómo llegó a este festival: “Hay una gran diversidad en México, hay gente que viene de distintos lugares, Siria, Francia, Alemania, todo Europa. Es interesante ver cómo nos hemos adaptado y nos hemos vuelto mexicanos”.
La programación del festival se adaptó al público de Acapulco, ya que es la primera vez que se presentó en el puerto y que la cultura judía no es muy conocida ni difundida aquí.
“Este documental Un beso a esta tierra, que presentamos esta noche es como la tarjeta de presentación del festival. Permite explicar cómo gente como mi abuelo se vino hace 100 años. El señor, en el documental, dice que si hubiera sabido que 60 años después de su llegada, aún iba a estar en México ‘le hubiera dado un beso a esta tierra’”, explicó.
Las cuatro películas programadas en Acapulco fueron escogidas para dar a conocer la realidad judía en México.
“Es la primera vez que estamos en Acapulco, es una prueba, una muestra de introducción. No podemos llegar con películas muy pesadas sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Escogimos las cuatro películas que tuvieron más éxito, que más han gustado al público en diez años de existencia del festival. Si funciona y si sigue el apoyo, regresaremos el año próximo con más películas”, declaró.
Ayer se proyectaron El primer baile, el primer amor, en el Teatro Domingo Soler, a las 9 de la mañana; La canción de las novias a las 11.30 de la mañana y Clips a las 3 de la tarde; y en el Centro Cultural Acapulco, La rosa blanca, a las 7 de la noche.
“Son películas para todo público. El primer baile, el primer amor es una película contemporánea que se lleva a cabo en el Israel moderno y cuenta la historia de dos niños que se enamoran. La canción de las novias habla de la comunidad judía del norte de África, en Libia; es un tema que no se habla mucho, de lo que sucedió en África durante la segunda Guerra Mundial. Clips es una película americana en la que un maestro dice a sus alumnos que hubo 12 millones de muertos durante la segunda Guerra Mundial y un niño le pregunta ‘¿qué son 12 millones? No se puede representar lo que significa 12 millones de personas ya que el pueblo donde viven tiene 20 mil habitantes. Los niños empiezan a juntar clips y alcanzan un millón y medio y por fin juntarán 12 millones”, precisó.
El festival que arrancó en el Distrito Federal el 17 de enero, se quedó tres semanas en la ciudad antes de empezar una gira por el país: Cancún, Chetumal, San Miguel de Allende, Puebla, Cuernavaca, Acapulco, San Luis Potosí, Zacatecas, Tijuana, Guadalajara, y Querétaro.
Asimismo explicó que no se puede realmente hablar de una comunidad judía en Acapulco. “Hay dos sinagogas en Acapulco pero son para los turistas del Distrito Federal que viene de vacaciones en Acapulco y para los turistas americanos y canadienses. En la Ciudad de México hay entre 40 mil y 60 mil judíos, lo que representa el 95 por cientos de la comunidad judía en todo el país”.
En el acto de inauguración del festival, estuvieron presentes, el director de Fomento a la Cultura, Gabriel Brito, la presidenta del Patronato del Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Claudia Walton, en representación del Instituto Guerrerense de la Cultura, Citlali Guerrero y el representante del director del DIF, José Luis Medina.

La clausura

El festival finalizó ayer a las 7 de la noche en el Centro Cultural Acapulco después de sólo dos días de proyecciones y ninguna actividad extra.
Originalmente, se iba a proyectar la película La rosa blanca de Sophie Scholl, pero los organizadores decidieron al último minuto cambiar la programación. Se disculparon por el cambio y explicaron que consideraban mejor volver a proyectar la cinta que se había presentado ayer en el Zócalo, Un beso a esta tierra, ya que era una buena introducción para quien quería descubrir la cultura judía.
El director de Recintos Culturales y Promoción y Difusión Cultural del Instituto Guerrerense de la Cultura, Manuel Zepeda Mata, agregó que cuando una película era buena, se podía volver a ver, una y otra vez.