Acuerdan padres la entrega de la escuela de El Ranchito; se investigará a maestros, anuncian

Aurora Harrison

Padres de familia de la primaria Simón Bolívar de la comunidad El Ranchito, en la zona rural de Acapulco, tuvieron una reunión con las autoridades educativas y acordaron que hoy entregarán la escuela, para que los más de 50 niños tomen clases en sus salones.
Aunque existe el acuerdo, los padres hicieron el llamado a las autoridades para que cumplan y recordaron que este miércoles reanudarían clases en la escuela, construida de concreto, pero los padres que tomaron desde el martes pasado la liberaron después del mediodía.
Una señora platicó que la reunión fue después de las 9 de la mañana, pero que el martes los citaron a una mesa de trabajo en la Delegación de los Servicios Educativos de la Región Acapulco-Coyuca, donde esperaron más de cuatro horas hasta que acordaron que liberarían la escuela.
Los alumnos durante una semana tomaron clases bajo un árbol, sentados en una banca, y a unos 300 metros de la escuela, que fue tomada por miembros de la familia Velarde; pero hoy tomarán clase en sus salones, donde tienen butacas, pizarrón y sanitarios.
La señora Nancy Molina declaró: “Hoy (ayer) supuestamente el delegado Joaquín García dijo que a las 8 de la mañana iban abrir la escuela y no lo hizo, porque nada más entró una parte y después la otra. Dijeron que mañana (hoy) la iban entregar para que se reanuden las clases”.
Explicó que hay un acuerdo con las autoridades educativas, que esperan se cumpla, para que la familia Velarde permita que estudiantes puedan tomar clases en sus salones y que los dos maestros continúen dando sus materias, porque es mentira que maltraten a los estudiantes.
Mientras que los dos maestros de la primaria, que cada uno atiende a tres grupos, Rosa Isela Pineda Figueroa y Valentín Salgado, se les hará una investigación sobre las acusaciones que hicieron los padres que tomaron la escuela, de maltrato físico y ausencia constante.
La maestra Rosa Isela Pineda, ex directora, declaró que los padres de familia que están en su contra, es porque quieren nuevos maestros, porque “dicen que nosotros llevamos muchos años en la escuela”, y negó que falten como lo están acusando los familiares.
“Los únicos que dicen que maltratamos a sus hijos son ellos, porque el resto de los padres traen a sus hijos a clases, y es mentira que faltemos como lo denuncian, porque todos los días estuvimos en clases fuera de la escuela bajo un árbol”, puntualizó la maestra.