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Cumplen maestros 10 días de plantón frente al Palacio de Gobierno contra la reforma educativa

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Maestros y padres de la zona Centro y La Montaña conviven en precarias condiciones de vivienda, bajo lonas sintéticas y casas de campaña, en el plantón que instalaron hace diez días en dos calles aledañas al Palacio de Gobierno, en contra de la reforma educativa.
Incluso colocaron letrinas de cartón sobre el asfalto del bulevar René Juárez Cisneros, conocido como encauzamiento del río Huacapa, mientras las instalaciones sanitarias del Palacio de Gobierno y del auditorio Sentimientos de la Nación, a unos pasos de los manifestantes, permanecen cerradas.
Distinto a la jornada de lucha de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) de 2012, el plantón se instaló en el exterior del edificio sobre la vía pública (no en la explanada) entre el Palacio de Gobierno y el auditorio que le tocó inaugurar a la actual administración estatal.
Este año la protesta se dividió entre el Palacio de Gobierno y el Congreso local, para censurar también que los diputados locales dieran el aval a la reforma de los artículos 3 y 73 constitucionales, que ellos están impugnando.
En el Congreso se instalaron los maestros de Chilpancingo, Acapulco y de las dos costas; y en la entrada se puede leer una cartulina donde se acusa a los representantes populares de traidores.
En estas zonas la población es más urbana, y se constató que no todos se quedan a dormir en la calle, pues bajo las lonas sólo se observan sillas; mientras que en la protesta de La Montaña (donde hay una alta participación de personas indígenas), hay un centenar de casas de campaña y muchos cobertores. En el Congreso se colocaron baños portátiles.
El segundo plantón ocupa la calle El Trébol, frente al congreso local, pero se permite la circulación de los automovilistas, aunque los vehículos no pueden cruzar hacia uno de los accesos a la calle lateral del bulevar Vicente Guerrero, que colinda con el Congreso.
En las escalinatas del Palacio de Gobierno destacaron por su indumentaria mujeres nahuas de Tepozonalco, de Chilapa, que vestían trajes típicos adornados con listones. Aunque no quisieron opinar sobre la protesta, una de las maestras del grupo señaló que los vecinos de esta localidad se están turnando para fortalecer y tener presencia en el plantón de maestros en Chilpancingo.
Asimismo, informó que aunque desde que cerraron los accesos al Palacio de Gobierno (el segundo día de protesta), han observado que los trabajadores se meten a las instalaciones por la barda de atrás, donde la reja no tiene varillas en punta y sacan materiales con el apoyo de los guardias de seguridad interna, que permanecen en las instalaciones y los ayudan.
Durante el día, la maestra que se reservó su nombre, aseguró que hay personas que van a insultarlos y les exigen que regresen a las aulas, así como en las regiones, algunos directores y supervisores los están amenazando con que los van a sacar de la zona Centro (de Chilapa) si siguen en el plantón.
Sin embargo, añadió que tienen la solidaridad de organizaciones sociales que por la noche llevan atole, café y pozole para compartir, que confían en su causa y seguirán luchando por el derecho de los docentes.
Sobre los incidentes en el plantón, indicó que luego de que el fin de semana atropellaron a un profesor y las autoridades les negaron el acceso a los videos de seguridad del Palacio de Gobierno y del auditorio, para impedir que identifiquen al agresor que cruzó con violencia el plantón, han reforzado la seguridad con sus propios compañeros.
Colocaron en las entradas de los tramos del plantón piedras más grandes, para que no entren personas ajenas en sus vehículos, y por las noches se turnan en la vigilancia, pues la policía municipal les dijo que no tiene suficientes patrullas para resguardar esta zona.
El día, para muchos de los manifestantes, es de ocio porque sólo tienen que permanecer ahí para cuidarse unos a otros, pasan el día conversando en grupo, leyendo periódicos y protegiéndose del sol, incluso dormidos; “de qué se quejan los diputados, sino nomás los detuvieron dos horas y estuvieron unos minutos bajo el sol”, recriminó la misma docente.
Sus hijos también son parte del escenario, se entretienen jugando junto a sus padres, mientras dos bocinas trasmiten Venceremos, la radio del plantón, que llevó el Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco).
A pocos metros, se observan estufas con tanques de gas y anafres, donde preparan alimentos durante todo el día, disponen de agua en botes Rotoplas que les surten particulares y tienen al alcance los insumos indispensables para su estancia.
La mayoría de los trabajadores y los más activos del movimiento participan en asambleas, lideran las reuniones de cada sector y resguardan alrededor de 16 oficinas alternas de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), que tomaron desde que instalaron el paro de labores indefinido el 25 de febrero.
También se colocaron módulos en el plantón para reunir la documentación para las demandas de amparo que van a solicitar como colectivo, en contra de la reforma educativa, publicada en el Diario Oficial la semana pasada.
Otra característica de la protesta es el desfile constante de vendedores de fruta, paletas de hielo y raspados, que frente a la concentración acuden a ofrecer los productos. Los primeros días, incluso una casa de crédito instaló su mesa entre los manifestantes. En el diálogo con una maestra, aseguró que el plantón sigue creciendo, a pesar de la represión económica de las autoridades.
El gobierno del estado anunció que no sólo los maestros no cobrarán sus quincenas, sino toda la burocracia del estado, por el plantón que les impide hacer los movimientos financieros.

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