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Evocan en Bellas Artes a la escritora Rosario Castellanos con la presentación de un libro

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

¿Por qué una mujer tan inteligente puede obsesionarse tanto con el amor?
Es una pregunta sobre Rosario Castellanos que dejó planteada el investigador universitario y amigo de la autora de Eterno femenino Raúl Ortiz Ortiz, ayer en el Palacio de Bellas Artes.
“Trata de buscar a la pareja que resulta siempre dispareja para ella, eso es lo único que le encuentro de negativo”, dijo.
En la sala Manuel M. Ponce, Ortiz presentó junto con la poeta Dolores Castro el libro Rosario memorable, una colección de cartas inéditas de Castellanos, ensayos sobre ella y una entrevista sobre su vida a partir de un encuentro en 2001 en Comitán, Chiapas, coordinado por la escritora cubana Nedda G. de Anhalt.
Ortiz y Dolores Castro recordaron a una mujer inteligente, que se dedicó a estudiar Filosofía cuando para una mujer saber latín no garantizaba buen fin, autora de novelas, poemarios y obras de teatro, embajadora de México en Israel, donde muere, en 1974, electrocutada por una lámpara.
A través de una entrevista a Raúl Ortiz incluida en el libro, se recuerdan las circunstancias en que Castellanos murió el 7 de agosto de 1974, en Tel Aviv, solitaria y estando enamorada todavía del diplomático mexicano Ricardo Guerra.
“Yo no digo que Ricardo Guerra no la quiso, pero no la quiso lo suficiente”, señaló Nedda G. de Anhalt. No importa, dijo: para que una historia de amor exista basta un solo enamorado.
Dolores Castro recordó varias historias con Rosario Castellanos, a quien la unió en la ciudad de México la nostalgia por la provincia, Zacatecas en el caso de ella, Comitán por parte de Castellanos.
También evocó los cuidados familiares que recibía Castellanos, como esperar a que desinfectaran un charco antes de meterse a él.
“Me cuidan porque soy lo único que quedó”, decía Rosario Castellanos, antes de recordar lo que su familia le dijo a la vuelta del entierro de su hermano:”Cómo no te moriste tú y no tu hermano, para asegurar el apellido”.

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