Encaran mujeres solidarias con Cuba a la bloguera Yoani Sánchez en el Senado

Antonio Baranda / Agencia Reforma

Ciudad de México

Una atropellada conferencia de prensa, en la que hubo reclamos, protestas y hasta insultos, ofreció este mediodía la disidente cubana, Yoani Sánchez, en la sede del Senado de la República.
La presentación inició a las 11:30 horas con una introducción del senador, Roberto Gil. Acto seguido, Sánchez tomó la palabra. Su primera expresión fue de solidaridad con los periodistas mexicanos.
Luego, la también bloguera sostuvo que Cuba tiene una prensa privada y monopólica, propiedad del Partido Comunista, que vende que adentro de la isla se vive un paraíso y afuera, el infierno.
Aseguró que el periodismo en la isla sufre la “castración” del régimen, mientras que los críticos, como ella, son “lapidados” mediáticamente.
Corría el minuto 25 de la conferencia cuando, a pregunta expresa de la senadora del PAN, Mariana Gómez del Campo, Sánchez estimó que una vez que concluya el régimen de los Castro es posible que todo cambie en Cuba.
“Es difícil saber, lo que sí sé es que es un régimen muy personalista, que se ha hecho a imagen y semejanza de un hombre que va ser muy difícil que sobreviva a la no presencia de ese hombre, ese hombre ahora mismo ya no es tanto Fidel Castro, que se ha ido apagando un poco públicamente, sino Raúl Castro. De manera que creo que cuando llegue el momento que la biología ponga punto final a la vida política de esta persona, pues no creo que haya realmente un relevo dentro del sistema para continuar la obra, estamos cercanos a ese punto. Creo que cuando él no esté todo va cambiar, los riesgos y los retos del futuro son muchos: una sociedad polarizada, una sociedad sin entrenamiento cívico y ciudadano, una sociedad con unas ansias de consumismo que ha potenciado el propio sistema”, dijo.
En ese momento una mujer, quien se identificó como Alin Pérez, del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, le gritó desde su asiento: “usted miente señora, este no es el recinto para invitar a esta mujer”.
Sánchez le respondió que tiene derecho a expresarse y le pidió argumentos para sustentar su dicho. La manifestante sacó una bandera de Estados Unidos que en vez de estrellas tenía la fotografía de la bloguera, le lanzó dólares falsos con la imagen de la disidente, y después salió del salón.
Entre gritos de “fuera, fuera” proferidos por simpatizantes de Yoani, otra integrante del Movimiento Mexicano, llamada Tamara Barra, le preguntó a la conferencista si recibe financiamiento de Estados Unidos para mantener su blog y traducir sus comentarios a 17 lenguas.
“Eso es una falsedad, un insulto, es lo que en mi país se llama lapidación mediática, esto es todo lo que no quiero para mi país, el insulto sin derecho a réplica, esto es lo que ustedes pueden hacer en su país porque tienen libertad”, comentó.
La conferencia continuó, ya sin la presencia de los que la propia Yoani llamó militantes y fanáticas.
Duró 10 minutos más en los que la cubana reconoció que los insultos se han vuelto inherentes a su vida.
“Este tipo de hechos los he vivido toda la vida. Lamentablemente esto es algo inherente a mi vida, a la vida de todos los cubanos, que alguien venga, te insulte, te agreda, no quiera escucharte, que sus gritos se conviertan en tu mordaza, que la polarización, el extremismo, el fanatismo, la militancia ideológica se base en el silenciamiento al otro. El insulto se convierte también en una estrategia de gobierno, el acto de repudio se convierte en una técnica para impedir que las voces críticas se expresen, no me asustan, estoy acostumbrada, no me gustan, claro, a quién le gusta que lo insulten, (…) pero no me asombra, además sé del largo brazo de la Plaza de la Revolución hasta dónde llega”, concluyó.