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Arturo Solís Heredia

CANAL PRIVADO

* Dos mujeres nuestras

El pasado 8 de marzo fue sábado y Día Internacional de la Mujer. Ergo, había que escribir algo ad hoc en este espacio, el miércoles 5 o el miércoles 12 de marzo, inmediatamente antes o después del mentado efemérides (o LA efemérides, para honrar bien el género celebrado… o conmemorado, como bien dicen algunas sesudas femeninas de estos tiempos de mujeres mexicanas).
Pero escribir por escribir sobre las señoras, me daba güeva. No porque no lo merezcan, sino porque me da pereza repetir las recitaciones cursis, facilonas, mamilonas e hipócritas de siempre en estas fechas, como las que llenaron los muros de feisbuc el mero día, diciendo que las mujeres son lo máximo, bellas, valerosas, esforzadas, honestas, madres abnegadas, compañeras leales, eso que los amigos que sabes mega machos dicen con cara de mustios.
Para medio bien escribir sobre cualquier cosa (o persona, para que no vayan a decir que dije que las mujeres son cosas) se necesita motivo, causa o inspiración más sincera y bien vibrosa que una felicitación inspirada en Hallmark.
Por fortuna, el sábado 8 de marzo, Otilia Portillo Padua presentó en Chilpancingo su documental Diario a tres voces, y sin saberlo me regaló el motivo y la inspiración para escribir sobre las mujeres.
En su documental (parte de la gira de documentales Ambulante 2013), Otilia recupera los momentos amorosos de tres mujeres de distintas generaciones: una adolescente, una mujer madura y una mochitleca de noventa años. Portillo Padua muestra los espacios íntimos de estos personajes, en los que revelan sus miedos, sueños y decepciones. Dos de las tres historias suceden en la ciudad de México y la otra (la de la nonagenaria), en Mochitlán, Guerrero.
En realidad, el diario es a cuatro voces, pues la de Otilia se oye en su relato respetuoso y atento a las historias de sus personajes, y en la sensibilidad con la que une las vidas amorosas de tres generaciones de mujeres mexicanas.
Motivo, porque Otilia es una joven chilpancingueña de nacencia y querencia; inspiración, porque con su documental me recordó a otra mujer guerrerense, igual y distinta a ella, pero ambas dignas representantes de las mujeres de estos días, dueñas de mucho de lo mejor que se supone debemos celebrar y conmemorar el 8 de marzo.
Se llama Paula Silva Florentino, y es la indígena mixteca que fue designada, por unanimidad de votos por más de un centenar de comisarios municipales, comisariados ejidales y delegados en la asamblea de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), comandanta regional de la Policía Comunitaria (PC).
Al rendir protesta, Paula dijo que “para todo hay riesgos, hasta para parir”. En los 17 años que tiene la Policía Comunitaria, Paula Silva es la primera mujer que ha sido designada como comandanta regional. “Si es un riesgo estar en este cargo, pero cuando las mujeres nos decidimos a parir, también es un riesgo”, dijo, al ser entrevistada por reporteros luego de haber tomado protesta.
“Voy a cuidar a mi gente, voy a cuidar a las mujeres y voy a trabajar por las mujeres”, agregó Paula. “A lo mejor otras compañeras no querían este cargo, pero yo sí lo acepté porque me gusta servir”.

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