Piden egresados normalistas a la Codehum que verifique si tienen órdenes de aprehensión

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Los integrantes de la Coordinadora Estatal de Egresados Guerrerenses Normalistas (CEEGN) pidieron apoyo a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum), para verificar las presuntas órdenes de aprehensión en contra de sus dirigentes por las manifestaciones públicas en Chilpancingo.
Los egresados se trasladaron a la ciudad de México a insistir con su petición ante el gobierno federal, informó una de sus integrantes, Sonia Sandoval.
Después de una conferencia de prensa, donde los jóvenes egresados denunciaron que recibieron amenazas de un funcionario de Educación, llamado Oswaldo, de que cinco de ellos tenían órdenes de aprehensión por alterar el orden público, fueron atendidos por el presidente de la Codehum, Juan Alarcón Hernández, quien les proporcionó apoyo para dirigir oficios a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Procuraduría General de la República (PGR), para confirmar si existen demandas en su contra.
La joven, también señalada de tener orden de aprehensión, informó que los funcionarios ofrecieron dar una respuesta en una semana. Sin embargo, agregó que tras esta acción de intimidación, gestionaron por su cuenta una audiencia en la residencia oficial de Los Pinos.
Hasta la tarde de ayer, esperaban ser atendidos por algún funcionario federal para presentarle sobre la situación que padecen los egresados de las normales públicas en Guerrero.
El movimiento por la entrega de plazas –donde no se cuenta la Normal Rural de Ayotzinapa– comenzó en septiembre de 2011, con poco más de 100 activistas, cuando la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) no cubrió la demanda de los más de 700 egresados de nueve normales públicas, sin contar aquellos que estudiaron en instituciones privadas.
De acuerdo con el portal del gobierno del estado, en octubre de 2011 la SEG entregó 322 plazas, y en enero de este año, 51. Desde septiembre, los integrantes de la CEEGN tomaron las oficinas de la SEG, acamparon ahí en distintas ocasiones, y esa semana en dos ocasiones bloquearon avenidas de la capital, y durmieron en la entrada de Casa Guerrero.
Los miembros del movimiento, que ahora sólo integra unos 30 activistas, aseguran que insistirán en su exigencia de empleo, luego de estudiar cuatro años para dar servicio como maestros.