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Crisis en Alemania tras revelaciones de actos de corrupción del presidente

La situación del cuestionado presidente federal alemán, Christian Wulff, se complicó aún más al trascender en la prensa una versión según la cual los partidos de la coalición de Angela Merkel toman precauciones para la posibilidad de que dimita.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los presidentes de la Unión Social Cristiana, Horst Seehofer, y del Partido Liberal, Philipp Rösler, acordaron retirar el apoyo al democristiano Wulff en caso de que éste no haya dicho toda la verdad en torno a un polémico crédito inmobiliario, señala el diario Rheinische Post en base a fuentes gubernamentales.
Tanto este diario como la edición dominical del Frankfurter Allgemeine Zeitung señalan que los líderes coincidieron que elegirán un candidato que pueda ser aceptado por la oposición.
Dirigentes democristianos y liberales rechazaron de plano este rumor, que calificaron de “pura especulación” y de “bulo”. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo al dominical que la canciller “no ve motivo para hablar de la sucesión del presidente federal”.
“Los informes y rumores han sido inventados”, lo secundó la viceportavoz del Partido Liberal, Kathrin Klawitter. También el presidente de los socialcristianos, Seehofer, sostuvo que “no hay ni un ápice de veracidad en esta versión, es simplemente una mentira”. El político democristiano es cuestionado desde hace semanas por haber pedido prestado medio millón de euros a una pareja de amigos empresarios para costear una casa para su segunda mujer, Bettina, cuando gobernaba Baja Sajonia, en 2008. También le llovieron críticas por sus vacaciones en casas de empresarios amigos durante su gestión gubernamental.
Analistas estiman que no sería inusual que las dirigencias de los partidos de gobierno se preparasen, por lo menos en teoría, para una posible renuncia del cuestionado jefe de Estado.
La coalición gubernamental cuenta con una ajustada mayoría en la Asamblea Federal, que elige al presidente en votación secreta. Por ello no sería descabellado que Merkel y sus aliados buscasen un candidato de consenso con los opositores socialdemócratas y verdes.
Wulff necesitó en 2010 tres rondas de votación para ser elegido presidente frente al candidato de la oposición, el activista de derechos cívicos de la ex Alemania Oriental Joachim Gauck.
También el diario Frankfurter Rundschau sale a la calle con información sobre el modo en el que Wulff habría pagado la casa para su segunda familia, el origen de todo el escándalo alrededor del mandatario.
De acuerdo a esta versión, Wulff pagó el inmueble con un cheque anónimo del Bundesbank alemán, algo poco usual en estos casos.
Estos cheques dificultan descifrar el origen del dinero, agrega el diario.
En 2008, cuando era primer ministro de Baja Sajonia, Wulff pidió prestado medio millón de euros a una pareja de amigos empresarios para costear una casa para su segunda mujer, Bettina.
Interrogado por el Parlamento regional, el entonces gobernante negó que tuviera algún negocio con el empresario, ocultando que la mujer de éste le había prestado la considerable cantidad.
Tras aquella pregunta parlamentaria, Wulff devolvió el dinero a sus amigos con un crédito del banco estatal BW Bank a unas condiciones muy favorables. El asunto salió a la luz a mediados de diciembre a través del diario de masas Bild y poco después, Wulff decidió cambiar el crédito por otro a largo plazo y a un mayor interés.
Pero la gota que colmó el vaso fue, sin embargo, el intento de frenar la publicación de todo esto a través de un llamado telefónico al director del diario más leído del país. Wulff se disculpó poco después y afirmó que no había querido impedir el informe, sino aplazarlo hasta su regreso de una gira por Medio Oriente.
Wulff denegó al rotativo la solicitud de publicar el contenido del mensaje que dejó en el buzón de voz del periodista, y el diario en respuesta le envió una transcripción “para que no se tenga que apoyar en su memoria”.
Por otra parte, los ataques de la oposición a Wulff cobran mayor virulencia. El presidente de los socialdemócratas, Sigmar Gabriel, acusó al presidente federal y a la canciller de estar destruyendo valores cívicos.
“Christian Wulff y Angela Merkel están desplazando hacia una dirección equivocada las normas de decoro, respeto, honestidad y credibilidad de la política”, dijo a Bild. “Todo este asunto es indigno y repugnante”, arremetió.Tras callar durante días, Merkel dio el viernes un espaldarazo a Wulff y encomió la entrevista televisiva ofrecida esta semana por el mandatario en la que admitió errores en su conducta y en el manejo del escándalo pero descartó renunciar al puesto.

Muestran zapato al presidente en señal de repudio

Con zapatos en alto, en alusión a la tradición árabe de arrojar calzado en señal de desprecio, cerca de 300 personas ventilaron su indignación contra el cuestionado presidente federal alemán, Christian Wulff.
Apostados en la acera frente a la residencia presidencial alemana, el Palacio de Bellevue en Berlín, los manifestantes portaban pancartas en las que llamaban al jefe de Estado a dimitir.
“Wulff, a producir”, rezaba uno de los carteles. La protesta estuvo acompañada por el ruido estridente de silbatos y cornetas.
La manifestación había sido convocada a través de las red social facebook bajo el lema “Mostremos el zapato a Wulff – Shoe for you, Mr. President!”.
En la cultura árabe, arrojar un zapato es signo de ira y desprecio.
“Pero no queremos arrojarlos, sino levantarlos en alto”, precisió Jürgen Jänen, portavoz de la agrupación organizadora, Creative lobby of feature.
En el Palacio Bellevue ondeaba la bandera alemana, lo que revela la presencia del mandatario en el recinto de la sede presidencial. Sin embargo, Wulff no se mostró a los manifestantes. (DPA / Berlín).

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