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Admite Peña Nieto que hay un desfase entre el potencial de México y su realidad

Érika Hernández Carrillo / Agencia Reforma

Ciudad de México

El nivel de desarrollo humano de México, catalogado como alto, no corresponde con el tamaño de la economía ni el potencial de crecimiento que tiene el país, reconoció el presidente Enrique Peña Nieto durante el lanzamiento del Informe sobre Desarrollo Humano 2013.
Durante la presentación del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Los Pinos, el primer mandatario aseguró que la posición 61, de entre 187 países, muestra que México ha tenido mejoras en las tres dimensiones básicas: lograr una vida larga saludable, acceso a los conocimientos y un nivel digno de vida.
Sin embargo, dijo, de cara al futuro inmediato, el país debe consolidar los avances conseguidos y subir al estatus de “desarrollo humano muy alto”, como Noruega, Australia, Estados Unidos, Qatar, Japón, Argentina o Chile.
“Es claro que el actual nivel de desarrollo humano de México aún no corresponde con el tamaño de nuestra economía y mucho menos con el enorme potencial que tiene nuestro país”, advirtió.
“México está decido a consolidar los avances conseguidos y subir a la más alta clasificación. Cómo podemos lograrlo. Convirtiendo a México en un país más incluyente, con educación de calidad para todos, y más próspero; es decir, cumpliendo las grandes metas de desarrollo que como país nos hemos planteado”, dijo.
Ante Helen Clark, Administradora del PNUD, el ex Presidente chileno Ricardo Lagos, diplomados acreditados en México, Secretarios de Estado, magistrados electorales y el líder nacional del PRI, César Camacho, Peña Nieto dijo estar consciente de que es urgente cerrar la brecha de pobreza y desigualdad.
Reconoció que en 2015 los países deben entregar buenas cuentas en los Objetivos del Milenio, por lo que prometió redoblar esfuerzos.
Minutos antes, la administradora del PNUD Helen Clark advirtió que el crecimiento económico no se traduce en sí mismo en avances en el desarrollo humano, porque implica inversiones en la capacitación laboral, nutrición, salud y educación, así como adoptar políticas pragmáticas que enfaticen la creación de puestos de trabajo, la integración gradual a los mercados mundiales, y la mejora continua en la calidad de los servicios.
“Requerimos más acciones coordinadas y una mayor cooperación entre el Norte y el Sur, como nunca antes, de hecho. Para que esto suceda, deberán establecerse disposiciones de gobernabilidad global más legítimas con rendición de cuentas, con más responsabilidad y mayor transparencia”, añadió.

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