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Suman ya 16 los muertos por la explosión de pirotecnia en Tlaxcala

La explosión de pirotecnia durante una procesión sumó ayer 16 muertos, dos de ellos mujeres y una menor de 3 años. Tlaxcala está de luto, tras el incidente registrado el viernes en el poblado en Tepactepec, municipio de Nativitas.
La secretaría de Salud estatal informó anoche que de los 154 heridos que dejó el estallido, 28 reportan como muy grave su estado de salud; de 4, como grave; de 12, como delicado y de 36, como estable. El resto están en recuperación o ya fueron dados de alta.
En memoria de las víctimas, el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, declaró tres días de luto estatal y en una ceremonia cívica, a la que no asistió, se izó la bandera nacional a media asta.
La tarde del viernes, durante una procesión en la comunidad de Tepactepec se registró una explosión de pirotecnia que los creyentes llevaban al santo patrón, Jesús de los Tres Caminos.
Uno de los cohetones encendidos durante la peregrinación chocó contra un cable y cayó sobre otros explosivos, lo que provocó el estallido. En el lugar fallecieron nueve personas, otras seis en los hospitales mientras recibían atención médica.
Los velorios de las víctimas iniciaron ayer entre el dolor y la desolación de los deudos, quienes se quejaron de la falta de apoyo por parte del gobierno estatal y el incumplimiento de dispensar las necropsias.
“El gobernador de antes nos dio muchos apoyos, el de ahora (Mariano González) ya no nos quiere dar nada”, dijo Magdalena Vázquez, quien perdió a su hijo Antonio Vázquez, quien era comerciante.
El alcalde de Nativitas, Javier Quiroz, visitó ayer a los deudos para entregarles un apoyo de 3 mil pesos y a los familiares de los heridos de mil 500 y aseguró que el Gobierno federal y local apoyó a los afectados con atención médica y con los funerales.
“La queja fue que el personal de la Procuraduría fue muy grosero, que en la funeraria los trataron mal, que nos les daban información de los pacientes, pero es entendible porque no es fácil lo que vivieron”, dijo durante el recorrido por la comunidad.
“Quisiera que fuera un sueño”

La familia Madrid Núñez perdió a uno de sus integrantes y dos más están hospitalizados.
“Ellos no fueron a la peregrinación, sólo caminaban por la calle cuando vieron pasar la caminata con los cohetones y de repente todo explotó”, narró Obdulia.
Uriel, de 21 años, falleció en el Hospital General del Norte de Puebla. Estudiaba para maestro de primaria.
“Quisiera que fuera un sueño y despertar. Uno piensa que no te va a suceder, que las desgracias y tragedias no son para ti, pero fue una experiencia muy fea, quisiera regresar el tiempo por el bien de mis tres hermanos”, dijo mientras sus familiares rezaban.
En el patio de su casa, ubicada a unos 100 metros de donde ocurrió la explosión, rezaban ante el féretro que contenía el cuerpo de Uriel.
Los otros dos hermanos, Edgar y Miguel, están en la lista de los graves.
“Si van a sufrir, es mejor que Dios se los lleve”, dijo Obdulia. (Ana Laura Vásquez / Agencia Reforma / Tlaxcala).

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