Dona el artista Leonardo Nierman Mendelejis una escultura al Club de Yates

Aurélie Daly

El pintor y escultor mexicano Leonardo Nierman Mendelejis ofreció una escultura como recuerdo de las Olimpiadas de 1968 en las que el actual Club de Yates fue sede de la competición de vela.
El sábado se llevó a cabo la develación de la escultura Flama Olímpica del gran maestro del arte abstracto, en la nueva Plaza Olímpica que se inauguró a fines de enero pasado en el Club de Yates.
Si sus pinturas son mezclas complejas de colores, sus esculturas al contario son formas depuradas y sencillas, de metal, pero la constante es el movimiento.
Más conocido como pintor que como escultor, el artista de 80 años es un autodidacta del arte que empezó con la práctica del violín antes de dedicarse a la pintura y la escultura.
Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido por su trabajo artístico, se destacan la Medalla de Oro del Instituto de Artes de Chicago y la Insignia Europea de Artes en Roma.
Durante la ceremonia, el artista contó una anécdota sobre su concepción del acto creador.
“¿Para quién pintas? Para el curador de exposición, para el director de museo?
Primero tienes que pintar para ti. Es muy difícil emocionar al mundo si no te emocionas a ti” declaró.
Asimismo, expresó su gusto por el Puerto, lugar de recuerdos y de “reverberancias de toda mi juventud. De chico venía aquí, de joven también, siempre lo encontré deslumbrante, es para mi una alegría enorme”, compartió.
El comodoro del Club de Yates, Herbert Bettinger, agradeció a Eugenia Pérez de León y Fany Konisberg, “sin la oportunidad de la cuales, no hubiera sido posible” y declaró que era “un verdadero donativo” para Acapulco.
Estuvieron presentes el comodoro del Club de Yates, Herbert Bettinger; el director del deporte en Acapulco, Adolfo Aquino Benítez; el tesorero del Club de Yates, Fausto Sandoval y el vice comodoro vitalico del Club de Yates, Armando Gómez.