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Casas cuarteadas y obras suspendidas en Huajintepec, Ometepec, a un año del sismo que se las derrumbó

Mariana Labastida

Huajintepec, Ometepec

A un año del sismo de 7.4 grados, aún se ven casas con cuarteaduras, obras inconclusas y otras suspendidas en esta comunidad, una de las más afectadas en todo el estado.
Ese sismo afectó a 38 municipios y tuvo su epicentro en la cabecera de Ometepec, donde causó daños, según la declaratoria de emergencia del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), a más de 22 mil viviendas; 3 mil serían reconstruidas, sin embargo no han sido terminadas.
En Huajintepec los afectados dijeron que no saben cuándo podrán mudarse a sus nuevas casas, que no fueron terminadas porque se cambió la empresa constructora, también hay casos de quienes no quieren vivir en las nuevas casas “porque truenan” y les da miedo, así como quienes no quieren que destruyan su casa que es tres o cuatro veces más grande que la que les ofrece construir el gobierno.
Huajintepec es una comunidad de Ometepec en la Costa Chica, esta a una hora de la cabecera municipal y después de Ejido de San José, Ladrillera y Cruz Verde, en las dos últimas también hubo casas afectadas con el sismo del 20 de marzo del 2012.
En la calle principal, Eliseo Añorve López, se pueden ver varias viviendas a medio terminar, ninguna ha sido habitada aún.
Más de un mes han estado esperando los afectados a que las autoridades regresen a terminarlas, las empezaron a construir en enero, ese es el caso de la señora Remedios García Castro, quien tiene más de 60 años. Ella esperaba que el 10 de abril, que tiene consulta médica en Acapulco, ya estuviera arreglada su casa para cuando regresara, sin embargo no ve cerca ese día.
“Nada más vinieron hacerme esa chandera”, dice cuando señala la casa en la calle principal, en donde se ve una plasta de cemento que se secó en el patio, recordó que hace un mes fueron a decirles que irían tres hombres a trabajar en la casa, luego de que los primeros trabajadores que empezaron la obra se enfermaron y se fueron, llegaron seis y los alimentó, pero el avance en la construcción no se notó.
La casa de Remedios está en obra negra, no tiene el revocado del techo por lo que se ven las placas poliestireno de alta densidad, que es el material con el que están haciendo las viviendas, también se puede ver dicho material en las ventanas por la falta de acabados, sólo están los cuadros, sin delineado.
En una situación similar está la vivienda de Mario Olmedo Ramos, el tamaño de su casa de adobe se redujo a la mitad; los de la constructora YICA que era la que estaba haciendo el trabajo le dijeron que se iban porque no les habían pagado. Su casa se quedó sin el aplanado del techo, ni instalaciones eléctricas ni agua, y no tiene puertas ni ventanas, ni muebles del baño, ni el lavadero.
Mario vive en una casa que le prestaron, a un lado del terreno de donde vivía, no ha podido mudarse desde el 20 de marzo del año pasado en que salió con su familia luego del sismo. Esa vez perdieron electrodomésticos que se rompieron al caerse de los muebles en donde estaban, y con el paso de los meses han aprendido a no asustarse con los sismos, que asustaban a su esposa, a su hijo y a él los primeros meses.
El vecino Francisco Añorve Nájera está molesto con las autoridades, “es pura farsa de esta gente”, acusó, porque le dijeron que terminarían su casa cuando en enero empezaron a construirla para sustituir uno de los cuartos de su vivienda de adobe que se cayó con el sismo.
“Nos dijeron que venían el miércoles a instalar la luz, eso fue hace dos semanas y aún no llegan” reprochó.
La casa de Francisco está terminada en cuanto a paredes y techo, no tiene ventanas ni puertas, de la instalación eléctrica sólo se ven los tubos por donde pasarán los cables y no tiene ni el baño ni el lavadero, “si así va a quedar que nos digan para que ya nos podamos mudar”, exigió el afectado.
“Lo malo fue que cuando vino el presidente (Felipe Calderón Hinojosa) nos dijo que nos iban a reconstruir las casas pero no nos dijo pa’ cuando”, reprochó Isidra Cortázar García, también ella lleva un mes esperando a que vayan a terminar su casa. Hace un año que se quedó sin vivienda, después del sismo no volvió a entrar a su casa más que para sacar sus muebles, los cuales se mojaron con las primeras lluvias porque no tenía en dónde meterlos.
Isidra y su esposo estuvieron viviendo en una casita hecha de palos de manera,  la cubrieron con la lona que les dieron, sin embargo, el frío enfermó a su esposo y llevan más de 10 meses viviendo en una casa prestada, en espera de que les terminen la suya. Sus muebles están en una galera que construyeron con las láminas que también les dio el gobierno como parte de la ayuda a damnificados, su desesperanza es visible, “esto va pa’ largo, quiçen sabe pa’ cuándo”.
Son pocas las viviendas que ya fueron terminadas y entregadas a sus dueños, ese es el caso de Lauro Román Marroquí y Malaquita Ortiz Pastrana, dos adultos mayores que perdieron el cuarto principal de su vivienda, la cocina quedó en pie y pasan más tiempo ahí que en la nueva construcción por temor a que se derrumbe, “tengo miedo, suena, truena” dijo don Lauro refiriéndose a la nueva casa, que dijo es “de puro panel”.
Le entregaron su casa hace un mes, él le colocó la puerta y dos mosquiteros en los cuadros de enfrente, El diseño supuestamente al estilo de la costa es un paredón al frente y sólo los dos cuartos y el baño llevan puertas y ventanas; apenas llevan un mes con la vivienda y el techo ya se ve cuarteado, al igual que el de las habitaciones.
Aunque su casa ya fue terminada, Malaquita se quejó porque en el censo que hizo la Sedesol no le quisieron incluir otra “casita” que tiene,  porque supuestamente estaba abandonada y “esa sí está por caerse, con tantito, está toda chueca”, dijo mientras su esposo don Lauro se doblaba como ejemplo del estado de la casa. Explicaron que en esa casa vivía su hijo, que se había ido un mes antes del sismo, sin embargo es su vivienda y no tendrá donde llegar cuando vaya a visitarlos.
Cupertina García Herrera fue otra de las afectadas, ahora en su casa viven nueve personas, debido a que la casa de su suegra, que se cayó después del sismo, no fue contemplada en el censo que hicieron las autoridades, “la de nosotros, de allá abajo quedó chueca, la de mi suegra y mis dos hijos se cayó y nos dijeron que estaba en daño menor, menor ni parcial, porque parcial todavía las parcharon”, se quejó.
Agregó que en el censo fueron incluidas viviendas de dos pisos que quedaron en pie, mientras que a los afectados reales no los incluyeron. La casa que le construyeron al principio le dijeron que tenía daño parcial, que “les iban a poner una mallita y cemento y (al constructor) yo le pregunté si él se metería y nada más se quedó callado y al final nos la construyeron de nuevo”.
Hay afectados que no están conformes con lo que les ofrecieron,  es el caso de Mario Hernández Ortiz, su casa de adobe es cuatro veces el tamaño del modelo de vivienda que está construyéndole el gobierno federal. Solicitó que le dieran el material para reparar la casa que tienen, “nos dijeron que se iba a ver, pero con eso de que cambiaron de empresa, ahora quién sabe”.
Al igual que Mario Hernández, otras familias decidieron por sus propios medios reforzar sus viviendas, y es que la construcción que les ofrecen no corresponde a las necesidades que tienen, debido al tamaño de las casas modelo que son, en muchos de los casos, una tercera parte del tamaño de la construcción original.
Huajintepec es una comunidad tranquila, la mayoría de sus pobladores se dedican al campo, se encuentra en el nivel 3 de rezago en desarrollo según el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval).
Las cifras otorgadas por el gobierno del estado dicen que en total fueron 7 mil 53 viviendas reparadas,  2 mil 543 con daños totales y 4 mil 511 con daños parcial, además de las 13 mil 458 que recibirán pagos por daños menores y serán incluídos en el programa de empleo temporal, que hicieron un total de 20 mil 511 casas dañadas, así se informó en mayo en el sorteo de los paquetes a las constructoras que se encargarían de las obras.
En la construcción y rehabilitación de viviendas se invirtieron 460 millones de pesos entre el gobierno del estado y la federación, informaron autoridades de ambos niveles de gobierno al iniciar la construcción de casas en Ometepec en mayo del año pasado.
Antes, como ayuda a damnificados se invirtieron 500 millones de pesos en láminas y 36 millones más para el programa de empleo temporal, informó el gobernador, Ángel Aguirre Rivero en esa ocasión.
Algunos municipios atendidos con presupuesto del gobierno del estado fueron Xochistlahuaca, Malinaltepec, Metlatónoc, Cuajinicuilapa, Cuautepec, San Luis Acatlán,  Tlapa de Comonfort, Atlamajalcingo, Tlacoapa, Tlalixtlaquilla, San Marcos, Florencio Villareal, Tecoanapa  y Cochoapa el Grande. Otros municipios serían atendidos con dinero del gobierno federal.

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