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“Sensibiliza” el gobierno a concesionarios para recuperar la playa entre Las Hamacas y el Avalon

Karla Galarce Sosa

El gobierno del estado pretende recuperar parte de la playa y zona federal marítimo terrestre para “dignificarla” y ofrecer espacios como “ventanas ecológicas” en el tramo que va de los hoteles Las Hamacas al Avalon, lo que podría implicar el retiro de parianes y restaurantes populares que se encuentran en esa zona, informó el subsecretario de Asuntos Agrarios de la Secretaría General de Gobierno, Pablo González Villalva.
El ex delegado en Guerrero de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) durante 1998 a 2000 afirmó que el gobierno estatal cuenta con un diagnóstico de ocupantes de la zona federal en ese tramo de la avenida Costera, pero que será puesto en marcha en unos dos años, período en el que buscan reunirse con los actuales ocupantes y concesionarios para “sensibilizarlos”.
Consultado vía telefónica, el funcionario estatal dijo que se han establecido pláticas con algunos grupos de ocupantes en el tramo de la avenida Costera donde actualmente se realiza la remodelación integral y donde se ampliaron áreas como la que antes ocupaba la plaza Estados Unidos y frente al parque Papagayo, metros adelante del Asta Bandera, donde ya hay corredores y andadores pavimentados.
“Sobre el tratamiento que se puede dar al tramo de Las Hamacas al parque Papagayo nosotros podemos tener ideas, pero lo importante es escuchar las opiniones de quienes están dentro del tramo y esos son los prestadores de servicios turísticos que no son precisamente los concesionarios, sino quienes viven del turismo en la playa”, declaró González Villalva.
Habló de la necesidad de ordenar la ocupación de la playa, pues a pregunta expresa de cómo se ha modificado el flujo de personas en la franja de arena en comparación con hace 13 años que fue delegado de la Semarnat, respondió que ahora existe un mayor número de ocupantes, “aunque no necesariamente concesionarios, sino ocupantes como vendedores ambulantes y prestadores de servicios turísticos”.
“Estamos haciendo un plan de ordenamiento en esa zona de playa para que no haya invasiones arbitrarias en ese espacio, y para que la gente que no tiene ningún tipo de concesión o que desarrolla alguna actividad pues también tenga algún tipo de ayuda como una profesionalización en lo que hacen”, indicó Pablo González.
Aunque descartó un ordenamiento paralelo a la remodelación integral de ese tramo de la Costera, afirmó que está vinculado.
Aclaró que la propuesta de construir tres pasos elevados, uno en la glorieta de La Diana, otro en la Icacos y un tercero frente al CICI, no forman parte de la propuesta que avala. “Hasta ahora, el planteamiento integral de este proyecto de remodelación no incluye la construcción de esos pasos elevados, es algo que no está dentro del proyecto y que incluso se ha dado a conocer públicamente. Me parece que son ideas, que tienen que ver con la posibilidad de resolver los problemas de vialidad de la Costera, pero en el concepto que hemos detallado y que hemos presentado a diversos sectores como los restaurantes, no está considerada la construcción de los pasos elevados”.
Descartó que la recuperación de áreas que funcionen como “ventanas ecológicas” se amplíe a otras áreas de la bahía de Acapulco, pues el resto de la Costera ya tiene construcciones hoteleras que imposibilitan recuperar esos espacios.
Destacó que el “acercamiento” que ha tenido el gobierno del estado con algunos ocupantes de la zona federal en el tramo de los hoteles Avalon-Hamacas, es con algunos ocupantes regulares y habló de manera concreta con los comerciantes que conforman el parián Hornos, ubicados a un costado de la plaza Estados Unidos.
Indicó que a los comerciantes de artesanías y ropa se les ofreció una reubicación a otra playa, pero aclaró que se negaron a ceder los derechos del título de concesión que ellos mantienen vigente. En cambio, dijo, el gobierno estatal se comprometió a mejorar la apariencia del lugar para otorgar una unidad arquitectónica y visual del inmueble.
“Dado que este es un proyecto que abarca zonas que van mucho más adelante de los parianeros, hablamos con ellos para reubicarlos a otras playas donde no hay parianes, pero no quisieron y argumentaron la cercanía con los hoteles”, dijo.
Puntualizó que la consolidación del proyecto podría alcanzar su viabilidad en un plazo promedio de dos años, período suficiente para establecer diálogos con los ocupantes de la franja de arena.

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