Los jóvenes, los más alejados de la Iglesia católica debido a la violencia, dice la pastoral de Acapulco

Mariana Labastida

El encargado de la Pastoral Social de la arquidiócesis de Acapulco, Jesús Mendoza Zaragoza convocó a los participantes de la Asamblea Diocesana de Pastoral a transmitir la fe de manera dinámica, porque se perdió la paz debido a que no se impulsa la evangelización.
El mundo de los jóvenes, dijo es en donde se debe de trabajar, “es el más alejado y  más cercano a la situación de violencia que tenemos” misma que dijo el sacerdote se a permitido por el alejamiento; el mundo de los profesionistas y de ámbitos de toma de decisiones son otros en los que se tienen que ver como penetrar con la evangelización, expuso Mendoza Zaragoza.
En su exposición durante el segundo día de la Asamblea Diocesana de Pastoral, Mendoza Zaragoza enfatizó que donde se evangeliza se esta construyendo la paz, por ello resaltó cinco puntos que la diócesis desarrolla la recuperación de la misma.
En la sesión de ayer, también se recordó a los sacerdotes, religiosas y laicos el trabajo de la diócesis de Acapulco en la aplicación del decanato del vaticano segundo, principalmente en cuanto a la transformación, apertura y dialogo hacía los laicos; se resaltó que habido un trabajo más planificado y organizado de la diócesis, así como una mayor vinculación con las organizaciones civiles.
Jesús Mendoza convocó a trabajar más en el concepto de la parroquia misionera y  de misión permanente, dinámica, y que se deben de abandonar las estructuras caducas de la transmisión de la fe.
Aseguró que donde no se evangeliza no hay paz, por lo que la evangelización es parte de la construcción de la paz que se perdió por la falta de dicha labor; enfatizó que los signo activos de la construcción de la paz son la oración de la paz, la educación para la paz, la construcción de capacidades, la atención a víctimas de violencia y la vinculación eclesial y social.
Mendoza Zaragoza dijo que se esta desarrollando un proyecto amplificado de construcción de paz, donde se involucre en su formación al clero, la pastoral juvenil y penitenciaria, entre otras.
Su intención, explicó, es que la Iglesia dé de manera comunitaria una respuesta a la situación que se vive e ir construyendo un panorama a partir de la fe.