Aporta el gobierno mexicano al fondo para el funcionamiento de la CIDH

Diana Baptista / Agencia Reforma

Ciudad de México

México aportará 300 mil dólares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras se logran cambios estructurales para que la Comisión sea financiada en su totalidad con recursos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Durante la Asamblea General Extraordinaria de la OEA, realizada ayer en Washington, el canciller mexicano José Antonio Meade dio a conocer la contribución de México que se suma a las voluntarias de Estados Unidos, Argentina, Chile y Canadá para asegurar el funcionamiento de la Comisión.

“El Sistema Interamericano de Derechos Humanos no cuenta con los recursos para cumplir con su mandato y es financiado en buena parte por Estados extra regionales. Nuestra responsabilidad es dotar de recursos suficientes a órganos como la Comisión y la Corte Interamericana para que puedan atender de manera adecuada a víctimas de violación a derechos humanos”, señaló Meade.

Los cancilleres de los países miembros de la OEA discreparon ayer en la procedencia de los fondos para sostener al órgano guardián de los derechos humanos de los ciudadanos frente a las acciones de los gobiernos.

La resolución propuesta por el Consejo de la CIDH fue que los países aumenten su contribución monetaria para la Comisión y que ésta, además, pueda seguir recibiendo fondos de donaciones, como las de la Unión Europea que sostiene el grueso de la operación y las aportaciones que sostienen en su totalidad a la Relatoría de la Libertad de Expresión.

Contra ese planteamiento se manifestaron los diplomáticos de Ecuador, Bolivia, Venezuela y Nicaragua, quienes presentaron un proyecto alternativo que  promueve continuar con el diálogo sobre las reglas de operación, que inició hace dos años.

Durante su intervención ante los diplomáticos de 34 países, Meade confirmó el apoyo de México a la CIDH al reconocer que ha aceptado las recomendaciones hechas por los miembros de la OEA en el proyecto de cambio a sus normas de funcionamiento.

“La Comisión ya aprobó sus reformas el pasado 18 de marzo, atendiendo las recomendaciones de los Estados. Ahora es momento que los Estados otorguen todo el apoyo a la Comisión, sobre todo de carácter financiero, para que implementen estas reformas”, dijo.

Es importante que todos los Estados ratifiquen su reconocimiento a la Convención Americana de Derechos Humanos, añadió, así como asegurar que la CIDH cumpla con las recomendaciones que le hagan los estados.

En contraste, el canciller ecuatoriano Ricardo Patiño recordó que la Comisión no es autónoma, y que deben discutirse medidas que controlen las funciones y los recursos de la misma.

“La CIDH se debe a los Estados, la CIDH y su secretaría no son organismos autónomos e independientes para decidir cuáles son sus funciones. El Sistema Interamericano de Derechos Humanos está en crisis porque no es universal, porque nosotros no lo financiamos y, ante nuestro descuido, se arrogan funciones”, acusó Patiño.

Por su parte, José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, llamó a fortalecer la autonomía del SIDH, y a llegar a un consenso para evitar que la Relatoría de Libertad de Expresión se debilite.