El restaurante La Bocana, en riesgo de desaparecer para ser ventana ecológica

Karla Galarce Sosa

El restaurante Bocana, ubicado en la playa Tamarindos, podría desaparecer porque es otro negocio cuyo propietario carece título de concesión desde hace 10 años, por lo que el gobierno estatal, al igual que la zona federal que actualmente ocupa el centro nocturno Tropicana y el ex Club de Esquí, también la solicitó en destino para “ventanas ecológicas” y “dignificar” la franja de arena.

En un recorrido se observó que en el tramo que va de la Vía Rápida al restaurante Anafres hay por lo menos cinco negocios que dejaron de funcionar desde hace varios años aunque no se sabe porqué; entre los negocios que permanecen cerrados están el restaurante Sirocco, el golfito Karabalí, La Bocana y el Tropicana.

La concesionaria de playa Tamarindos, Elodia Sánchez Torres, señaló que el ofrecimiento del gobierno estatal sobre el reordenamiento de la zona federal fue antes de que comenzaran las obras de remodelación integral de la Costera, en noviembre de 2011.

Explicó que Pablo González Villalva, quien actualmente es subsecretario de Asuntos Agrarios de la Secretaría de Gobernación, ofreció módulos a los parianeros de La Bocana, en los que se incluirían servicios de sanitarios, restaurantes y un diseño típico pero llevar a los concesionarios a otras playas.

La también ex presidenta de la a Unión de Vendedores de Artículos Típicos Mexicanos de las Playas Hornos a La Base criticó que con la remodelación desaparezcan espacios como el que antes era la plaza Estados Unidos, misma que dividía el parián Bocana con el Oasis Jordan, este último donde ella trabaja.

Dijo que lejos de ayudar al acceso a playa, las obras limitan la entrada sobremanera, además que redujeron el número de escaleras para llegar a la playa.

Celebró la propuesta de remodelar, pero cuestionó el modo en que actúa el gobierno estatal al solicitar en destino algunos espacios, aunque no se especifica cuáles. “¿Qué pretende ahora, arrebatar algunos espacios? porque de una u otra manera es una agresión psicológica el hecho de que el gobierno federal y estatal establezcan un convenio para despojarnos aunque tenemos concesión, la cual tiene una duración determinada, y aquí lo cuestionable es qué harán cuando se venzan”, criticó Sánchez Torres.

Recordó que uno de los compromisos de campaña del gobernador Ángel Aguirre Rivero fue el ordenamiento de la zona federal, pero que el tema de la “dignificación” de la franja de arena es lo único que más se asemeja a un ordenamiento, aunque temen ser despojados.

Mencionó que mediante el Frente de Rescate del Acapulco Tradicional han buscado reunirse con el gobernador para que les aclare los pormenores del proyecto de reordenamiento, pero que a más de cuatro meses que solicitaron una audiencia no han recibido respuesta.

Destacó que desde hace meses trascendió la solicitud que hizo el gobierno estatal ante la Semarnat para que cediera en destino las áreas que carecen de un concesionario, como es el caso de los que aún ocupan el centro nocturno Tropicana y el restaurante Bocana.

Consultado vía telefónica, el presidente de la Unión de parianeros, Felipe Martínez Reynoso, abundó que en el tramo de playa que hay de los hoteles Hamacas al Avalon hay cuatro parianes, y que juntos superan a los 100 concesionarios debido a que cada parián está integrado por 30 locales que, por separado, cubren sus pago de uno de suelo en zona federal.