Visita el papa Francisco a Benedicto XVI y comparten la misma banca de oración

DPA

Roma

El papa Francisco realizó ayer una visita privada a su predecesor, Benedicto XVI, en Castel Gandolfo, produciéndose así un encuentro histórico en la historia de la Iglesia católica, un “momento de profundo afecto”, según lo describió el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Es la primera vez en 600 años que un papa activo se reúne con su antecesor.
Cuatro días después de la ceremonia de inauguración, el Sumo Pontífice voló en helicóptero desde el Vaticano a la residencia papal veraniega, al sur de Roma.
El argentino Jorge Bergoglio aterrizó a las 11:15 GMT en Castel Gandolfo, donde lo esperaba el papa emérito, Josepf Ratzinger, con quien se fundió en un abrazo. En la plaza de la localidad italiana aguardaban varios cientos de personas, que aplaudieron y corearon los nombres de Francisco y Benedicto a la llegada del helicóptero.
Ataviados ambos con un talar blanco, Benedicto y Francisco compartieron un mismo banco durante la oración en la pequeña capilla de la residencia de Castel Gandolfo, después de que Bergoglio insistiera en ello a su predecesor. “Somos hermanos” dijo el nuevo pontífice a Benedicto, según explicó Lombardi.
Francisco entregó además un regalo a su predecesor, una figura de la Virgen. “La Virgen de la humildad, si me permite que lo diga, me ha hecho pensar en usted”, afirmó Francisco, según las palabras de Lombardi.
Benedicto y Francisco mantuvieron una charla privada en la biblioteca de la residencia de Castel Gandolfo. Según las informaciones, el pontífice alemán preparó un memorando personal para su sucesor, que tendrá que afrontar varias crisis, así como el caso “Vatileaks” sobre manejos ilícitos en el Vaticano.
Tras esa conversación, los dos papas comieron junto a sus secretarios. Francisco regresó a El Vaticano sobre las 13:45 GMT, después de que Benedicto le acompañara hasta el helicóptero.
Durante su encuentro, Benedicto volvió a prometer respeto y obediencia a Francisco, como ya avanzó tras su retirada, pues no pretende ser un papa en la sombra.